por Pía Figueroa.
En Porto Alegre se debate, por décima vez en el seno del Foro Social Mundial, cómo acercarse a ese "otro mundo" que es posible. La capital del estado brasileño de Río Grande do Sul celebra la década de existencia del FSM y acoge a los 30.000 delegados de distintas organizaciones que han llegado para participar de la jornada inaugurada por Lula da Silva, Presidente de Brasil.
Pressenza, Porto Alegre. El Foro, que se inaugura en el Gimnasio Gigantiño, analizará el avance de la derecha en América Latina, pese al surgimiento y consolidación de varios gobiernos populares y de izquierda; la defensa mediante movilizaciones de las causas sociales; el devastador terremoto de Haití y los desafíos que tiene el Foro Social en los años inmediatamente venideros.
Durante la jornada de apertura, el Coordinador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, Joao Pedro Stédile, señaló que "continuamos con la hegemonía total del capital y precisamos derrotarla".
El empresario Oded Grajew, inspirador del FSM llamó a la movilización para que las propuestas del Foro se transformen en políticas públicas a la vez que apoyó resueltamente la necesidad de un cambio de conciencia individual así como la articulación de organizaciones que trabajen por hacer posible otro tipo de mundo.
La apertura del Foro, como en oportunidades anteriores, fue celebrada con la tradicional caminata por las calles principales de Porto Alegre, con la participación de unas diez mil personas encabezadas por los representantes de diversas creencias religiosas de orígen africano quienes, vestidos de blanco, fueron guiando el recorrido.
Durante toda la semana en que se desarrollará el Foro Social Mundial, están previstas más de 600 distintas actividades relativas a la preservación del medio ambiente, la oposición a los productos transgénicos, la defensa del petróleo brasilero, la lucha por un estado palestino, la libertad religiosa y la libertad sexual, entre otros temas.
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