sábado, 23 de enero de 2010

La Tupac y el hombre nuevo.


Entrevista a Juan Manuel Esquivel, director del Centro Educativo Germán Abdala.

Me llamo Juan Manuel Esquivel. Soy el director del Centro Educativo Germán Abdala de la Organización Barrial Tupac Amaru. Este emprendimiento, esta bandera que tiene como símbolo la Tupac que es la educación. Estamos a cargo de todo lo educativo que se está dando en la Tupac Amaru, que es mucho. En tiempo bastante breve hemos construido una realidad educativa desde una organización social bastante amplia.
En este momento, tenemos el Centro de Educación Integral de Jóvenes y Adultos, que es un plan de Estudios. Tenemos el Colegio Secundario Olga Aredez, que es otro plan de estudios, para adolescentes. Tenemos una escuela de terminalidad educativa primaria, basada en la educación intercultural y bilingüe, que es otra propuesta. Y estamos afilando el lápiz para lanzar ahora en febrero el Instituto Terciario Tupa Amaru, que ya ha sido aprobado por la autoridad ministerial para el dictado de cuatro carreras de tecnicatura superior. Eso es lo que tenemos hasta el momento.

- ¿Siempre trabajó en Jujuy o trabajó en el interior, en el campo o como maestro rural?
No. Comencé en las escuelas de la ciudad. Siempre me mantuve en la provincia y particularmente en zonas urbanas, con distintos tipos de tareas educativas. Conozco en el nivel medio las preceptorías, la administración de las escuelas. He estado en el nivel medio en escuelas públicas, privadas y de educación a distancia. Estuve en cargos jerárquicos en institutos de formación docente.

-Y ¿cómo llega a la Tupac?
Parte del conocimiento de la Tupac me viene por tareas periodísticas. Tarea que he dejado hace dos o tres años, pero los anteriores diez o doce años, he realizado periodismo de actualidad en la provincia de Jujuy en espacios radiofónicos y televisivos. Mediante esa tarea, me encuentro con Raúl Noro en dos circunstancias: Raúl me ayudaba colaborando en mi tesis para recibirme en el profesorado; y ya yo andaba lidiando con el periodismo. De allí me viene el contacto con Raúl. A la vez nos entendimos en cuestiones filosóficas. Y cuando andaban buscando a alguien que se encargara de la escuela, Fernando Acosta –otro viejo y querido conocido de la CTA- bueno, ellos pensaron en mí para que me sumara al proyecto educativo de la organización.
Esa es más o menos mi historia con la organización, con Milagro, Raúl, con Fernando Acosta. Desde allí ingreso a conocer la organización, a entender su dinámica, que es bastante particular, y a tratar de sintetizar todo lo que uno sabe de educación, a tratar de dejar detrás los vicios que también uno ha arrastrado a lo largo de los años con la educación, la burocracia, el papeleo. El no poder para decir sí, se pueden hacer cosas. Ha sido toda una dinámica para una organización.

Usted decía de la dinámica y de la organización. Y esta dinámica propia ¿cómo sería en la organización? Le pregunto a propósito de esta materia que usted enseña que es Autoestima. ¿Usted empieza a ver indicadores que hablen de una modificación en la visión que se tiene de uno mismo? ¿en los chicos?
A ver, vamos a aclarar dos cosas. O una, central. Autoestima y Liderazgo no es una materia. Creo que si fuera una materia, habremos perdido la batalla. Es decisión de la organización y es una percepción de la organización de que si no comenzamos a rescatar a las personas de la circunstancias a veces determinantes que viven, la pobreza, la exclusión y empezamos a ver que son meras circunstancias y que no son determinantes, y esto se los proponemos como una actitud generalizada a todo el cuerpo docente, la actitud de la dirección, la actitud institucional. Sino no vamos a ganar ninguna batalla.
La batalla la ganamos si tenemos a los alumnos con nosotros, si podemos hablar con ellos, trabajar, compartir conocimientos, ir construyendo una historia distinta. Pero no la podemos construir si ellos no están aquí. O si salimos a los barrios, si nos movemos donde están, y ellos no están allí. Porque uno puede ir a los barrios, pero si ellos también desde ese lugar escapan con otras salidas, con otras limitaciones y excusas, no lograremos esta empresa. ¿Cuál es la empresa? Crear conciencia social, ganar compañeros para mayores emprendimientos, darles formación que les acredite algún tipo de saber y que eso los promocione social, laboral y humanamente.
Si no los tenemos con nosotros no podemos hacer nada. Así que una de las primeras consignas que tenemos es rescatarlos, tenerlos, que nos acompañen y acompañarlos, sumarlos a la militancia de la organización, hacerles entender el sentido de todos estos emprendimientos solidarios. Así que lo del autoestima es algo más que una materia. Es una decisión institucional, una actitud que tenemos todos los docentes, respecto de todas las personas que ingresan. Es decir, le damos importancia a las personas.
¿Cómo se trabaja? Primero atraviesa todos los programas. Y la consigna fuerte es todos pueden. Ahora, cómo se trabaja eso: ya eso es la mirada finita de cómo consideramos la presencialidad o la asistencia dentro de las aulas, los sistemas de evaluación, la relación del maestro con el alumno, la relación de la clase, la atención a la historia individual para que pueda continuar o no la cursada anual que tienen. Estamos en una institución que tiene una oferta de educación formal. No es formación no formal. Es educación formal, por lo tanto hay cosas que cumplir para que podamos acreditarle el nivel medio, conforme lo acredita la provincia. Ahora, no dejamos que eso se convierta en un corset que no permita a los compañeros darle una o cien oportunidades. Se les da una cantidad de oportunidades en tanto muestren el esfuerzo en lo que están haciendo.

-… estábamos en lo de la autoestima.
Aparece como parte del plan. Pero el plan es amplio. Tiene que llevarlo el maestro de matemáticas, el de historia y el de geografía. Podemos contar a partir de las elecciones curriculares, de los recortes epistemológicos que vamos a hacer, breves historias y recuperar nuestra historia, la de los obreros, los trabajadores. La ciencia con sentido social. Pero para hacer todo eso necesitamos que la gente crea, crea en sí misma, crea que puede. Que no sienta que no puede porque está muy grande, o tiene mucho trabajo, problemas o porque estuvo presa.
Desde todo el equipo docente -que son muchos, doscientos docentes los que están llevando adelante el proyecto-, por decirlo así, todos tienen que manifestar esto: la actitud de rescatar al compañero, no dejarlo en el camino, traerlo, incorporarlo. Y si logramos además tener un compañero militante, habremos ganado doblemente la batalla, porque acá también es reproducir lo que queremos reproducir, lazos sociales, fundados en la solidaridad, la colaboración. Desde ese lugar lo miramos. Porque alguna vez pensamos una materia, pero una charla de autoestima puede iluminarte un segundo en la vida. Pero es ese segundo que dura la cátedra, el fogonazo. Y este es un trabajo de todos los días.

-Llama la atención esto que decía, que no se refiere a los chicos como alumnos ni educandos si no como compañeros.
Sí, para nosotros es natural. Al alumno se le llama compañero.

-Pero marca, tira abajo aquello que trae Pablo Freire o Foucault, rescatando los saberes, el saber de la militancia y dándole un lugar de paridad. Decir alumno establece una distancia…
Sí, establece una distancia. Esta cuestión no es que nos hayamos entrenado para decir que vamos a cambiar. No. Al docente se lo trata de compañero. Entre nosotros nos tratamos de compañero. Al alumno lo tratamos de compañero. Igualmente no dejamos de reconocer roles. Jugamos roles. Así hemos venido trabajando. Y vamos a seguir. Más uno hace, más grandes son los desafíos que se nos vienen. Y bueno. Eso está compenetrado en la esencia de nuestra propia construcción.

Son palabras de Juan Manuel Esquivel, director del Centro Educativo Germán, de la Tupac. Y la Tupac es como consigna, cambio. La educación como posibilidad real del entramado solidario entre conocimiento, saberse con derecho y saber al compañero con derecho. Y poner y pelear por esos derechos. Por eso la autoestima no es una materia, es filosofía y es esencia de la Tupac.

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