Familiares de las víctimas y sobrevivientes de dos incendios en
talleres clandestinos, en los que murieron ocho niños y una mujer
embarazada, pidieron que el primer caso -que ocurrió en 2006- llegue a
juicio oral. Y además que se procese al empresario coreano como
responsable de la tragedia en la que murieron dos hermanitos en abril
pasado.
Por Juan Carrá / Fotos de Sol Vázquez para Infojus Noticias
Cuando Lourdes Hidalgo entra a cualquier habitación, lo primero que
hace es ver de qué manera puede escapar. Tiene 49 años y hace diez que
vive en Buenos Aires. Vino desde La Paz, Bolivia para tratar de
prosperar. El 30 de marzo de 2006, Lourdes fue la última en salir del
edificio de Luis Viale 1269 en llamas. “Tenía conocimiento en el uso del
matafuego, pero no funcionaba”, contó a Infojus Noticias todavía
emocionada por el reencuentro con Luis Fernando Rodríguez, también
trabajador del taller de Luis Viale y padre de Harry, de 3 años, que
murió en el incendio. “Ese día Luis iba a perder a sus dos hijos, pero
yo pude sacar a uno del fuego”, contó Lourdes.
El tema de la explotación laboral en talleres textiles volvió a la agenda después de otra tragedia: la muerte de los niños Rodrigo y Rolando Mur Menchaca en un taller clandestino de calle Páez 2796, en Flores.
“No puede haber justicia en el caso de Páez si no hay justicia en el de
Luis Viale”, dijo Gabriela Carpineti, abogada que representa a Esteban
Mur, padre de los nenes fallecidos.
Más de nueve años después de Luis, Luis Fernando volvió a la Argentina para pedir Justicia. La
causa judicial que investiga las responsabilidades del incendio que
dejó seis muertos estuvo a punto de declararse prescripta y aún no tiene
condenas firmes. “Los principales responsables ni siquiera fueron
procesados”, contó a Infojus Noticias Myriam Carsen, abogada que
representa a Luis Fernando y a su mujer, Sara Gómez.
Carsen, junto a Luis Fernando, Carpineti, Juan Vázquez del colectivo
Simbiosis Cultural y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea
Fundadora, dieron una una conferencia de prensa en la que,
principalmente, pidieron que el caso de Luis Viale llegue a juicio oral y
que se procese al empresario de nacionalidad coreana, como responsable
del incendio en el taller de calle Paez.
El camino de la causa
Lourdes contó que la situación en el taller de Luis Viale era muy
precaria. “Vivíamos en el lugar 40 adultos y 25 chicos”, dijo y no puede
de dejar de sentir el dolor de aquella jornada en la que la sobrecarga
eléctrica generó un chispazo en la instalación eléctrica y enseguida, el
fuego tomó todo. “En el primer piso vivíamos, las piezas eran de tela y
había un solo baño”, contó. Lourdes se quejó de eso y la única
respuesta que recibió fue: “Si no te gusta, andate”.
El fuego dejó seis muertos: Wilfredo Quispe Mendoza, de 15 años;
Juana Vilca Quispe, de 25, embarazada; Elías Carbajal Quispe, de 10;
Luis Quispe y Rodrigo Quispe Carbajal, de 4 y Harri de 3. Según contó
Carsen, la causa fue caratulada como estrago culposo y a lo cual la
querella se opuso y pidió que se tipificara como homicidios por dolo
eventual. Los imputados: Luis Sillerico Condori, de nacionalidad
boliviana y Juan Manuel Correa, argentino. Ambos señalados como
“capataces”.
El fiscal de instrucción nacional Guillermo Friele propuso juicio
abreviado para ambos, pero la querella se negó y el Tribunal entendió
que no cabía la posibilidad de avanzar en ese sentido. “La primera
apelación a Casación la hizo el fiscal argumentando que él tenía
facultad para pedir el abreviado”, explicó la abogada y opinó: “funcionó
como defensor de los imputados en vez de representante del Ministerio
Público”.
La causa volvió entonces al Tribunal para que se designen nuevos
jueces. “En vez de llamar a juicio, se pidió otra vez el abreviado.
Entonces nosotros presentamos el recurso planteando que esa etapa estaba
precluida, que ya se había dicho que abreviado no y que lo que restaba
era el juicio oral. Otra vez hubo que esperar dos años en Casación y nos
dieron la razón: dijeron que es nulo todo lo resuelto por el Tribunal y
mandó la causa al Tribunal Oral 5”, explicó.
Después analizar durante un año el expediente, el TOC 5 dijo que la
causa estaba prescripta. “Una vez más fuimos a Casación y un año después
se decretó la nulidad de esa resolución y pidieron que se haga urgente
el juicio oral”. Sin embargo, la causa en este momento sigue en la Sala
IV de Casación.
“Por eso hoy pedimos, con la presencia del padre de Harry, que se
llegue a Jjuicio oral y que se avance sobre los principales responsables
que son los propietarios y dueños de la producción que nunca fueron
procesados”, dijo la abogada en referencia Jaime Geiler y Daniel
Fishberg. Además, aclaró que el taller no era “clandestino”, sino que
tenía una habilitación para trabajo de 5 obreros. “El problema es que se
estaba violando esa habilitación”; dijo Carsen. “Nosotros pedimos la
indagatoria de los propietarios, pero siempre se ignoró. Lo mismo con
los funcionarios del Gobierno responsable de las habilitaciones y las
inspecciones”, dijo.
La otra causa
La conferencia de prensa tuvo como objetivo visibilizar, no solo las
deficiencias en el proceso penal de la causa de Luis Viale, sino
también el vínculo entre ésta y el expediente que tramita en la Justicia
Federal por el incendio fatal de calle Páez. “A cuatro meses del
incendio en el que murieron Rolando y Rodrigo todavía no se imputó al
empresario coreano, responsable directo de las condiciones en las que
trabajaban”, dijo Gabriela Carpineti y puntualizó en que a diferencia de
lo ocurrido en Luis Viale, haber podido demostrar que el incendio se
produjo en el marco de una situación de trata de personas con fines de
explotación laboral posibilitó que la causa pasara del fuero Nacional al
Federal. “Esto sirvió para avanzar, ahora necesitamos que se llame a
indagatoria al empresario Lee Sung Yop responsable de la producción y de
la explotación laboral del taller clandestino de calle Páez”, dijo.
Fuente: Pressenza
martes, 1 de septiembre de 2015
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