François Hollande lo anunció desde la sede de la ONU en Nueva
York y aseguró que su gobierno “está hablando con todas las partes (del
conflicto) y no está excluyendo a nadie”, lo que podría representar un
giro en su política de aislamiento al mandatario sirio, Bashar al Assad.
Desde la sede de la ONU en Nueva York donde se realiza una cumbre
mundial sobre desarrollo y mañana comenzarán los discursos de jefes de
Estado y gobierno del mundo ante la Asamblea General, Hollande anunció
que sus aviones destruyeron “completamente” un campamento del EI en el
norte de Siria.
Seis aviones de combate franceses bombardearon una zona cercana a la
localidad de Deir Ezzor, tres semanas después de que el mandatario
anunciara al mundo que su Fuerza Aérea comenzaría a realizar vuelos de
reconocimiento sobre las zonas de Siria controladas por el EI.
Hace más de un año Estados Unidos y varias monarquías islamistas
conservadoras de Medio Oriente bombardean desde el aire al EI en Siria,
sin lograr hacer retroceder significativamente a la milicia islamista en
el terreno.
Tras varios meses de desembarcos masivos a Europa de refugiados,
muchos de ellos sirios, Francia se sumó a la ofensiva militar
norteamericana en Siria, como ya lo venía haciendo en la vecina Irak con
2000 aviones de combate y más de 700 militares.
Hollande hoy destacó que los primeros bombardeos fueron “en defensa
propia”, para evitar “futuros ataques terroristas”, de los que no dio
ningún detalle en concreto.
“Puede haber otros ataques (franceses) en las próximas semanas si
fuese necesario, siempre con el mismo fin: identificar objetivos que
corresponden a lugares de entrenamiento o sitios donde sabemos que el
grupo terrorista Daesh (sigla en árabe para referirse al EI) puede
amenazar la seguridad de nuestro país o preparar atentados”, explicó,
citado por la agencia de noticias EFE.
Como Francia, Reino Unido también se sumó recientemente a la ofensiva
militar internacional contra el EI en Siria, una milicia islamista que
logró enemistarse con todos los grupos armados que luchan en la compleja
guerra civil siria desde hace más de cuatro años y una milicia que en
apenas un año logró expandirse y controlar más de un cuarto de los
territorios de Siria e Irak.
Al mismo tiempo, aquellas potencias occidentales que no quieren
sumarse a la pata militar de la estrategia estadounidense contra el EI,
reforzaron últimamente la vía diplomática.
Alemania ha encabezado en las últimas semanas los esfuerzos de las
potencias occidentales para unir fuerzas con Rusia, un férreo aliado del
presidente sirio Al Assad, contra el EI. Para lograr esto, Washington y
Europa deben moderar su oposición al gobierno en Damasco.
Por eso, tras años de pedir públicamente el derrocamiento de Al
Assad, Hollande afirmó ante la prensa hoy en Nueva York que “el proceso
(de paz) requiere que todas las partes estén involucradas. Francia está
hablando con todas ellas y no estamos excluyendo a nadie”.
El presidente francés aclaró que sigue creyendo que “el futuro de
Siria no puede ser con Bashar al Assad” e insistió en que el presidente
sirio es “el principal responsable” de un conflicto que ya dejó más de
250.000 muertos y a más de la mitad de la población desplazada o
refugiada fuera del país.
Fuente: Pressenza
lunes, 28 de septiembre de 2015
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