Pretoria, 26 sep (PL) El Día de la Herencia, el 24 de septiembre,
destacó entre los temas que ocuparon mayores espacios en los medios de
prensa de Sudáfrica en la semana que concluye hoy.
Con motivo de la fecha, el gobierno sudafricano alentó a todos los
ciudadanos a abrazar su diversidad cultural para construir un país unido
y cohesionado socialmente.
El vicepresidente Cyril Ramaphosa
encabezó las actividades centrales del Heritage Day (en inglés) en el
estadio Ramokgopa en Mokomene, provincia de Limpopo, a más de 460
kilómetros al noreste de Pretoria.
"En el Día de la Herencia
recordamos que los contornos de nuestra nación llevan las heridas y
cicatrices de la migración y la esclavitud", subrayó Ramaphosa en su
discurso, que tuvo amplia cobertura en la televisión local.
El
vicepresidente enfatizó que "comprender y aceptar nuestras tradiciones
culturales indígenas puede fomentar la cohesión social, la unidad
nacional y el orgullo".
Las fiestas en este 2015 tienen como
idea central en su lema lograr el conocimiento indígena, identificar,
promover y preservar el patrimonio vivo de Sudáfrica.
En 1996,
el entonces presidente Nelson Mandela expresó que cuando se "decidió
hacer el Día de la Herencia uno de nuestros días nacionales, lo hicimos
porque sabíamos que nuestro patrimonio cultural rico y variado tiene un
profundo poder para ayudar a construir nuestra nueva nación".
Las actividades aquí no se circunscribieron a una sola jornada, pues
septiembre es para todos los sudafricanos el Mes de la Herencia.
Otras noticias que captaron la atención de la prensa fueron los
pronunciamientos del gobierno para frenar la caza furtiva en ocasión del
Día Mundial del Rinoceronte, el 22 de septiembre, y la conmoción por la
tragedia en la ciudad de Mina, en Arabia Saudita.
La víspera el
Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación dijo que
Sudáfrica no lamentó la pérdida de ningún nacional a causa de la
estampida humana durante el último día del Hajj, una importante
tradición del mundo musulmán a la que acuden fieles de distintos países.
Al menos 715 personas murieron y otras 863 resultaron heridas en Mina,
cuando participaban en el ritual del Jamarat o Lapidación del Diablo, el
peor desastre asociado a esta celebración religiosa desde 1990, año en
que más de mil 400 peregrinos perecieron asfixiados y aplastados en un
túnel cerca de La Meca.
Fuente: Prensa Latina
sábado, 26 de septiembre de 2015
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