La historia de Charlotte Salomon (1917-1943), gran pintora alemana
asesinada a los 26 años por el régimen nazi, es contada por el escritor
francés David Foenkinos en Charlotte, una novela en verso que,
más allá de la biografía, habla de la fuerza del arte como antídoto
contra el horror, la locura y la muerte.
Publicada por Alfaguara, la novela de Foenkinos
presenta una estructura particular, una suerte de narración en verso,
que va directo al atormentado corazón de la joven Charlotte, talentosa
artista judía de origen alemán, que se formó en la alta burguesía de
Berlín, y a sus 26 años fue asesinada en el campo de concentración de
Auschwitz, estando embarazada.
Foenkinos (París, 1974) estudió letras en la Sorbona y se formó como músico de jazz. Es autor de novelas como El potencial erótico de mi mujer (2004), En caso de felicidad (2007), Nos séparations (2008) y La delicadeza (2010), por la que obtuvo el Premio de los Lectores de Télégramme, el Premio An Avel y el Premio 7ème Art, entre otros.
Esa novela, que resultó finalista de todos los grandes premios
literarios franceses (Goncourt, Renaudot, Médicis, Fémina, Interallié,
entre otros), fue publicada en más de treinta países y se adaptó para
cine por el propio autor y su hermano, Stéphane Foenkinos, con la
interpretación de Audrey Tautou y François Damiens.
¿Por qué decidiste configurar una narración en verso?
-Sin dudas es una decisión particular. Descubrí la obra de Charlotte
Salomon hace diez años y me fascinó totalmente. Traté de escribir un
libro y después lo dejé. De pronto, mi cuerpo sintió la necesidad de ir a
la línea, no de escribir el libro en verso, sino más bien una cuestión
de respiración.
De alguna manera, la vida de Charlotte Salomon es muy difícil y el hecho
de ir a las líneas fue para suavizar, como un ritmo de vida, esto me
permitió escribir el libro. Pensaba que necesariamente iba a molestar al
lector, por eso me sorprendió mucho ver el éxito del libro en Francia.
Fue una necesidad, no podía escribirlo de otra forma, y comprendí que
finalmente era la mejor manera de tener una relación de dulzura con
Charlotte. Es un libro muy íntimo: cuento la vida de Charlotte pero
también cuento por qué me llegó tan hondo su historia. Es una forma de
admiración púdica.
¿Tu formación en jazz tuvo algo que ver con la manera de escribir la novela?
El jazz está relacionado con la libertad y la improvisación. Cuando
decidí escribir una línea por frase, que no exceda los 87 signos, me
puse más cerca del lied alemán, el canto. Es un libro increíblemente
musical, estamos en la cultura de Alemania, la madrastra de Charlotte es
una gran cantante, está muy presente Schubert.
¿La tragedia es el hilo narrativo que sostiene la historia?
Justamente lo magnífico en la vida de Charlotte es ver cómo logró
escapar de la fatalidad, de la maldición mórbida, gracias a la creación.
Escapa de la locura, el sufrimiento, busca la belleza en lo más
profundo de sí misma. Lamentablemente, más tarde, cuando finalmente está
enamorada y embarazada, es atrapada por esa maldición que le tocó a su
generación.
¿Qué significó la lectura de la autobiografía de Charlotte,
"¿Vida? o ¿Teatro?", compuesta por dibujos, pinturas, textos y piezas
musicales?
Es difícil hablar de la inmensidad artística de esta mujer. Hace años
que estoy en contacto con su libro. Su obra está llena de fantasía,
humor y es brillante intelectualmente. Lo más fuerte es la pintura, pero
hay textos literarios, indicaciones musicales. Ella hizo todo esto
sola, en el exilio, en una pequeña habitación de hotel, es
extremadamente impresionante.
Se trata de una mujer que siendo judía integró la Academia de Bellas
Artes de Berlín y obtuvo un primer premio. Estamos frente a un gran
genio de la pintura y del arte en general. Yo quería que el libro fuera
portador de esta fuerza, belleza e inteligencia. Mucho más que escribir
un libro sobre la Segunda Guerra Mundial, quería llevarla a donde tiene
que estar: una de las grandes artistas del siglo XX.
¿Cuál es tu relación con la literatura argentina?
He tenido la suerte de viajar por todo el mundo y a menudo me preguntan
esto, muchas veces estoy incómodo porque no he leído los autores de un
país, pero al menos aquí puedo decir que leí muchísimo a Borges, y
también a Gombrowicz, que lo ubico mucho en Argentina. También me gusta
el cine: "Relatos salvajes" me maravilló.
Fuente: Télam
sábado, 26 de septiembre de 2015
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