Santiago de Chile, 18 sep (PL) Chile comenzó hoy a recobrar la
normalidad luego del terremoto de 8,4 grados en la escala de Richter que
sacudió al centro y norte del país el miércoles, con balance de 12
muertos y cientos de damnificados.
En realidad las afectaciones fueron provocadas por el sismo y un
tsunami moderado, que no obstante irrumpió con violencia en el borde
costero -básicamente del centro de Chile-, arrasando con casas y
comercios.
El ministro del Interior, Jorge Burgos, informó que
son 12 los fallecidos hasta el momento, aunque advirtió que hay cinco
desaparecidos.
Burgos encabezó esta mañana una reunión del
Comité Operativo de Emergencia (COE), en la cual el director de la
Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Ricardo Toro, dijo que el número
de damnificados asciende a 642 personas.
Asimismo, Toro señaló que 62 viviendas quedaron totalmente destruidas y 194 han sufrido daños graves.
El ministro de energía, Máximo Pacheco, adelantó que a más tardar esta
noche será restablecido el servicio eléctrico en los 49 mil 243 hogares
afectados.
Igualmente hay nueve mil 70 casas sin suministro de
agua potable. En general la región central de Coquimbo es la que más
sufrió los embates del movimiento telúrico y el tsunami.
Si bien
el panorama tiende a estabilizarse, la presidenta de la República,
Michelle Bachelet, decidió decretar Estado de Excepción Constitucional
de catástrofe en toda la región de Coquimbo tras recorrer los lugares
más golpeados.
Con esa orden, Bachelet se aseguró de mayor
respaldo de fuerzas militares a Coquimbo, junto con carabineros y
miembros de la Policía de Investigaciones (PDI).
Esta mañana, la
dignataria tomó parte en el Te Deum (ceremonia religiosa) con motivo de
las Fiestas Patrias que comienzan hoy y se extenderán hasta el domingo,
con un perfil más bajo que en ocasiones anteriores.
Tradición
que viene desde 1811, para conmemorar la formación como un Estado Nación
independiente de la Corona Española, las Fiestas Patrias dieron el
pistoletazo de arrancada anoche con las Fondas Populares.
Alto
consumo de carnes, con asados, parrilladas, la típica empanada, el mote
con huesillos, alfajor y otros postres adornan las celebraciones,
acompañadas con pisco, chicha, pisco sour y piscola, y un trago
bautizado nada menos que con el nombre de Terremoto.
Mientras y
con ese espíritu festivo porque no queda otra, como reiteran los
chilenos, mucha gente se concentra en la recogida de escombros y en
tratar de recomponer sus vidas de forma gradual, en medio del jolgorio.
Fuente: Prensa Latina
viernes, 18 de septiembre de 2015
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