Tokio, 18 sep (PL) La Dieta japonesa ultima hoy los detalles para
aprobar la polémica ley de seguridad nacional, que provocó un amplio
rechazo de la ciudadanía y la indignación de los partidos opositores.
Ningún obstáculo se interpone en el camino de la mayoritaria bancada
oficialista, luego de que hoy la Cámara Baja desestimara una moción de
censura contra la normativa presentada por los legisladores de la
oposición.
Síntoma del acaloramiento que provoca esta medida fue
que la victoria de la coalición gobernante en el otro hemiciclo, la
Cámara de Consejeros, estuvo a punto de provocar una riña de grandes
proporciones entre los políticos.
Pero la amplia mayoría con que
cuentan el Partido Liberal-Democrático (PLD) y su socio menor, Nuevo
Komeito, hizo inútiles los amagos de los inconformes.
Esa
mayoría permite asegurar que la nueva ley será aprobada, a pesar del
reclamo popular -hace dos días 45 mil ciudadanos vociferantes rodearon
el Parlamento- y las maniobras de los políticos pacifistas.
La
indignación del pueblo parece no cesar pues hoy miles de japoneses
volvieron a inundar las calles de Tokio en son de protesta. Esta
nueva ley permitirá a Japón desplegar tropas fuera del territorio
nacional por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Es
cierto que el Parlamento ostentará amplias facultades para aprobar,
supervisar e incluso impedir el envío de soldados y armas a un teatro de
guerra, pero aun así muchos en el país sospechan una jugarreta del
Gobierno para aumentar el perdido protagonismo de Japón en la arena
internacional.
El propio primer ministro Shinzo Abe reconoció
durante su visita a Estados Unidos en abril que al aprobarse la reforma
militar su país se encontrará en mejores condiciones para apoyar a
Washington en la lucha contra los enemigos comunes en Asia.
Sin
embargo, por sobre el entusiasmo de Abe y sus correligionarios destaca
la inconstitucionalidad de la ley, pues viola el artículo 9 de la Carta
Magna, en el cual Japón renuncia a la violencia para resolver disputas
internacionales.
En opinión del exprimer ministro Tomiichi
Murayama, destacado líder progresista, el pacifismo adoptado por el país
desde el fin de la última conflagración mundial continúa siendo la
principal condición para que Japón se integre a la comunidad
internacional y sea respetado por sus vecinos.
Fuente: Prensa Latina
viernes, 18 de septiembre de 2015
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