Sabadell, Sant Feliu de Llobregat y Valencia se suman a la
propuesta de red de ciudades para acoger personas refugiadas planteada
por Ada Colau desde Barcelona.
Las entidades sociales se reúnen este martes con el Ayuntamiento y calculan que Barcelona podría acoger unos 400 refugiados.
Proliferan las iniciativas solidarias en Internet y Payasos sin Fronteras convoca una protesta ante el Ayuntamiento de Sant Esteve de Palautordera.
Por Siscu Baiges para CatalunyaPlural
Las entidades sociales se reúnen este martes con el Ayuntamiento y calculan que Barcelona podría acoger unos 400 refugiados.
Proliferan las iniciativas solidarias en Internet y Payasos sin Fronteras convoca una protesta ante el Ayuntamiento de Sant Esteve de Palautordera.
Por Siscu Baiges para CatalunyaPlural
Después de que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau,
anunciase la voluntad de participar en una red de ciudades-refugio que
acojan a las personas que intentan llegar a Europa o atravesarla desde
el sur poniendo en grave peligro sus vidas, han surgido nuevas voces con
esa voluntad humanitaria. Los ayuntamientos de Sant Feliu de Llobregat,
Sabadell y Valencia se han ofrecido a formar parte de esta red, que
permita incrementar el número de refugiados acogidos en Catalunya. En
estos momentos, Catalunya sólo ofrece 28 plazas de acogida. En España,
son unas 900.
Estas cifras contrastan con las más de 400.000 personas
que han pedido asilo en los países europeos en los seis primeros meses
de este año. Y, sobre todo, chocan con las imágenes impresionantes de
personas muertas o rescatadas en el Mediterráneo y de las decenas de
miles que intentan cruzar Europa, desde Grecia en dirección a Alemania o
Suecia. El goteo de noticias como los 71 muertos en una furgoneta
frigorífica en Austria o los más de cincuenta asfixiados dentro de una
embarcación a la deriva en el Mediterráneo, están provocando, estos
últimos días, la indignación popular. Las entidades de defensa de los
derechos de los inmigrantes y los refugiados ya hace tiempo que exigen
unas soluciones que los gobernantes europeos se resisten a aprobar.
Representantes de estas entidades participan, este
martes, en la reunión a la que las ha invitado el Ayuntamiento de
Barcelona, representado por su primer teniente de alcalde, Gerardo
Pisarello. La voluntad de esta reunión es, según el consistorio,
“estudiar posibles acciones desde Barcelona ante la crisis de los
refugiados”. Participarán miembros de la red Asil.cat, CCOO, el Colegio
de Abogados de Barcelona, el Instituto de Derechos Humanos y Cruz Roja,
entre otros. Asil.cat agrupa entidades que atienden refugiados como la
Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado, Asociación Catalana de
Solidaridad y Ayuda a los Refugiados, Exil, ACCEM, ACATHI, PEN-català o
SICAR cat-Adoratrices. El Comité Catalán de ACNUR participa como miembro
observador.
El grupo municipal barcelonés de ERC fue el primero en
pedir respuesta a Ada Colau y entró en el registro un ruego para que el
gobierno municipal emprenda las medidas necesarias para acoger
refugiados de guerra de Siria. El presidente de este grupo, Alfred Bosch
considera que “nuestra ciudad tiene que estar a la altura de la crisis
de los refugiados sirios, tal como hizo con Bosnia durante la guerra de
los Balcanes”. El resto de grupos han anunciado su apoyo a la idea de
‘ciudad refugio’ expresada por la alcaldesa, salvo el PP, que la ve con
desconfianza.
Presión popular
La presión popular puede ser muy útil para romper la
dinámica establecida por algunos gobiernos, como el español, que afirman
que no tienen medios suficientes para ampliar sus cuotas de aceptación
de refugiados. Así lo considera Miguel Pajares, presidente de la
Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado: “Un posicionamiento barcelonés o
catalán favorable a la acogida de refugiados supondría una presión muy
grande sobre el Gobierno, que es quien tiene las competencias para
decidir el número de beneficiarios. Sería como decir que la sociedad
está dispuesta a acoger refugiados y que son los gobiernos los que no
quieren”.
En términos similares se expresa Ágata Sol, directora de
la asociación Con Derechos, que trabaja en el ámbito de las migraciones y
los derechos humanos: “Barcelona y Catalunya pueden tener un papel de
garantes de los derechos humanos y presionar al gobierno del estado para
que sea respetuoso con el derecho de asilo, e implemente una política
generosa en materia de asilo, y no la política restrictiva que
desarrolla. Lo tenemos que hacer por nuestra propia historia, y en
memoria de los miles de refugiados que nuestro país expulsó a raíz de la
Guerra Civil”.
En la red ha aparecido la etiqueta #acollimrefugiats
con la que se reclama que Catalunya acoja hasta 7.000 refugiados, una
cifra muy superior a los 2.000 que la vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría, está dispuesta a aceptar, según ha declarado
este lunes. Las entidades que se reúnen con Gerardo Pisarello barajaban
la posibilidad de fijar en 400 los refugiados que Barcelona podría
acoger.
Por otro lado, Payasos sin Fronteras ha convocado una
concentración ante el ayuntamiento de Sant Esteve de Palautordera, este
miércoles, a las ocho de la tarde, bajo el lema “Un minuto de vergüenza,
un minuto de dignidad”. “Queremos exigir a nuestras autoridades un
mínimo de humanidad, y acallar las voces inhumanas que se niegan a
apoyar a toda esta gente”, explica PSF en el comunicado que convoca a
este acto, y en el que se pide que se amplíe al máximo de consistorios
posible. Hace más de 20 años, las iniciativas solidarias de Catalunya
con los afectados por las guerras de los Balcanes también comenzaron con
un acto en Sant Esteve de Palautordera.
Fuente: Pressenza
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