miércoles, 20 de junio de 2012

El PNUMA aseguró que el uso insostenible de recursos naturales es una amenaza a la seguridad alimentaria.

El uso insostenible de los recursos naturales amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas, aseguró en un informe el Programa de las Naciones Unidas para Medio Ambiente (PNUMA), que advirtió que el problema se agravará en 2050, cuando la población mundial llegue a 9.000 millones.

Según el informe "Evitando el hambre en el futuro: Fortaleciendo la base ecológica de la seguridad alimentaria", todos los años son perdidos o desperdiciados 1.300 millones de toneladas de alimentos, lo que supone un tercio del total producido en el mundo.
El documento divulgado al margen de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) apunta que el debate en torno a la seguridad alimentaria ignoró hasta ahora la necesidad de preservar los recursos del ecosistema y adoptar prácticas sostenibles de producción y consumo de alimentos.
"Sin duda necesitamos lidiar primero con los problemas socioeconómicos relativos a la seguridad alimentaria (...) Pero, por ende, no tendremos comida suficiente sino descubrimos una forma de producir alimentos de forma sostenible sin destruir sus fundamentos ecológicos", afirmó el jefe científico del PNUMA, Joseph Alcamo, citado por la agencia de noticias DPA.
En la misma línea, el director general del PNUMA, Achim Steiner, destacó que "la era de la producción aparentemente interminable basada en la maximización de insumos como fertilizantes y pesticidas, consumiendo las reservas de agua dulce y de tierra cultivable fértil, así como los avances vinculados a la mecanización está llegando a su límite, si ya no lo ha hecho".
Al presentar el informe, Steiner sostuvo que se requiere de "una revolución verde, pero con `v` mayúscula, que entienda cómo ocurre, de hecho, el cultivo y la producción de alimentos en términos de los recursos naturales ofrecidos por forestas, agua dulce y biodiversidad".
El estudio, producido conjuntamente con otras organizaciones internacionales, entre ellas la Organización de las Naciones Unidas para Alimentos y Agricultura (FAO), enumera una serie de amenazas a la agricultura -responsable del 90 por ciento del consumo calórico mundial- y a la pesca, que suministra el 10 por ciento restante.
En el campo de la agricultura destacan el desgaste del suelo, la deforestación y la contaminación por pesticidas de la tierra y el creciente consumo de agua entre los principales problemas, y advierte que el cambio climático y sus impactos agravará el problema, "al desplazar zonas de cultivo y generar una posible reducción en la productividad".
En el campo de la pesca oceánica, el informe recuerda que, según la FAO, el 58 por ciento de los recursos marinos estaba utilizado en su límite, el 28 por ciento era usado en exceso y el tres por ciento estaba agotado. "La pesca predatoria es la principal fuerza que actúa en contra de la base ecológica" de esta actividad, sostiene el texto.
Además, el documento advierte que el cambio climático provocará el calentamiento del agua del mar y la acidificación de los océanos, lo que reducirá "drásticamente" en hábitat de los peces.
En cuanto a la pesca en agua dulce, el PNUMA apunta entre los principales problemas a la construcción de presas de plantas hidroeléctricas: "Más del 50 por ciento de los más grandes ríos del mundo han sido fragmentados por represas en sus cursos principales".  
Además, apunta como amenazas el vertido de desechos humanos e industriales a los ríos, especialmente en África, donde se prevé que éste "puede aumentar de cuatro a ocho veces entre los años 1990 y 2050".
Fuente: Télam.

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