Los PGE concluyeron este jueves su tramitación legislativa, tras recibir luz verde en la Cámara baja, donde el derechista Partido Popular (PP, en el poder) cuenta con mayoría absoluta.
Consideradas por el propio PP como las más austeras de la democracia, las cuentas públicas establecen una poda de 27 mil 300 millones de euros entre ingresos y gastos, a la que se añade un recorte adicional de 10 mil millones de euros en salud y educación.
Su principal objetivo es reducir el déficit impuesto por Bruselas y recuperar la confianza de España en los mercados financieros, motivo por el cual dedican menos dinero para gasto social y más para pagar los intereses de la deuda pública.
De esa manera, la administración de Rajoy destinará al pago de intereses 29 mil 246 millones de euros, el equivalente a un 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y más que el recorte contemplado en las cuentas.
El tijeretazo se ceba con la educación, la cultura, la ciencia (investigación y desarrollo) y la sanidad, cuyos fondos se contraen, en ese orden, en 21,9; 15,1; 25,6 y 6,8 por ciento respecto a 2011.
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, declaró que son los presupuestos del "rigor" y del compromiso de austeridad con Europa.
Las líneas maestras de las cuentas del Estado contemplan una previsión de crecimiento del -1,7 por ciento para el conjunto de 2012, así como una reducción del déficit público hasta el 5,3 por ciento del PIB, desde el 8,9 por ciento del ejercicio precedente.
Los primeros PGE de la era Rajoy fueron avalados sin que los conservadores aceptaran casi ninguna de las más de tres mil enmiendas al texto presentadas por la oposición.
Precisamente esa fue la crítica más dura al Ejecutivo de los principales partidos de la oposición, al lamentar que haya hecho valer su mayoría parlamentaria para rechazar prácticamente todas las modificaciones propuestas.
En esa línea censuraron que se traten de unos presupuestos muertos, caducos, desfasados y superados por la realidad económica.
La Unión General de Trabajadores (UGT), uno de los dos sindicatos mayoritarios de España, denunció hoy que las cuentas provocarán una regresión social, en la medida que recortan de manera drástica servicios esenciales como la sanidad y la educación.
A juicio de la UGT, las subidas de impuestos y tasas incluidas en los PGE generarán, además, una situación de mayor injusticia y una reducción de la igualdad de oportunidades en el país.
Fuente: Prensa Latina.
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