“La
propuesta de Monti va en contra de los tratados de la Unión Europea
(UE) que prohíben la financiación estatal a través del BCE", dijo el
presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, al diario "Süddeutsche
Zeitung", y que reprodujo la agencia de noticias alemana DPA.
El mandatario italiano quiere que el BCE utilice el dinero del fondo de rescate para comprar deuda estatal de países como Italia y España, para reducir así el elevado costo al que se están financiando esos países. El fondo de rescate se convertiría así, en parte, en un garante del BCE.
Sin embargo para Weidmann, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, los planes de Monti "tensan la política monetaria para limitar los costos de financiación de los Estados miembros y acabar con los mecanismos del mercado".
Consideró que para ello "habría que contar con una mayor responsabilidad común y aumentar el marco de regulación" dentro de Europa.
Alemania, España, Francia e Italia prometieron llevar a la cumbre europea que se desarrollará la semana próxima, un plan de medidas para apoyar el crecimiento y la creación de empleo que cuente con un apoyo del 1% del PIB de la Unión Europea, esto es, de 130.000 millones de euros.
"Queremos que haya un paquete de medidas para el crecimiento a nivel europeo relevante, del orden del 1% del PIB de la Unión Europea, lo que significa más o menos 130.000 millones de euros", anunció Monti en un comunicado, según la agencia Europa Press.
En el encuentro preliminar estuvo también la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande; y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El plan, añadió Monti, debería incorporar una "consideración sobre la calidad y composición del gasto público que reconozca el valor de ciertas inversiones".
El encuentro entre Monti, Merkel, Hollande y Rajoy debía servir para examinar las soluciones a la crisis de la zona euro y tomar medidas que permitan recuperar la estabilidad de sus economías, de cara a defender una posición conjunta en el Consejo
europeo de los próximos 28 y 29 de junio en Bruselas.
El primer ministro italiano destacó que lo "hecho hasta ahora no es suficiente" y señaló el "compromiso de respetar una disciplina macroeconómica sana", la que consideró "indispensable" para asegurar la "estabilidad y la solidez de un sistema financiero capaz de apoyar las inversiones para la economía real y el aumento del empleo".
Fuente: Télam.
El mandatario italiano quiere que el BCE utilice el dinero del fondo de rescate para comprar deuda estatal de países como Italia y España, para reducir así el elevado costo al que se están financiando esos países. El fondo de rescate se convertiría así, en parte, en un garante del BCE.
Sin embargo para Weidmann, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, los planes de Monti "tensan la política monetaria para limitar los costos de financiación de los Estados miembros y acabar con los mecanismos del mercado".
Consideró que para ello "habría que contar con una mayor responsabilidad común y aumentar el marco de regulación" dentro de Europa.
Alemania, España, Francia e Italia prometieron llevar a la cumbre europea que se desarrollará la semana próxima, un plan de medidas para apoyar el crecimiento y la creación de empleo que cuente con un apoyo del 1% del PIB de la Unión Europea, esto es, de 130.000 millones de euros.
"Queremos que haya un paquete de medidas para el crecimiento a nivel europeo relevante, del orden del 1% del PIB de la Unión Europea, lo que significa más o menos 130.000 millones de euros", anunció Monti en un comunicado, según la agencia Europa Press.
En el encuentro preliminar estuvo también la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande; y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El plan, añadió Monti, debería incorporar una "consideración sobre la calidad y composición del gasto público que reconozca el valor de ciertas inversiones".
El encuentro entre Monti, Merkel, Hollande y Rajoy debía servir para examinar las soluciones a la crisis de la zona euro y tomar medidas que permitan recuperar la estabilidad de sus economías, de cara a defender una posición conjunta en el Consejo
europeo de los próximos 28 y 29 de junio en Bruselas.
El primer ministro italiano destacó que lo "hecho hasta ahora no es suficiente" y señaló el "compromiso de respetar una disciplina macroeconómica sana", la que consideró "indispensable" para asegurar la "estabilidad y la solidez de un sistema financiero capaz de apoyar las inversiones para la economía real y el aumento del empleo".
Fuente: Télam.
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