El Gobierno de Okinawa (sur de Japón) confirma
este lunes que acudirá a los tribunales para obstaculizar el plan de
establecer una nueva base militar en el archipiélago.
“Se ha reconocido que el permiso (del que dispone Tokio) tiene defectos legales”, ha aseverado en una rueda de prensa en Naha, capital de la prefectura nipona.
Ante las masivas protestas de los lugareños contra la presencia militar estadounidense en Okinawa, Washington planeó trasladar su base aérea del Cuerpo de Marines de Futenma desde Ginowan, hacia Henoko, un área menos poblada: medida también rechazada por los lugareños.
Onaga, firme opositor a la presencia militar estadounidense en el país asiático, ha agregado que el proceso para retirar el permiso otorgado por su predecesor Hirokazu Nakaima para ceder tierras y facilitar el traslado de esta base sería “el primer paso para evitar la construcción de la base por todas las vías posibles”.
Este proceso se prolongará hasta principios de octubre, y se espera una batalla judicial de largo recorrido entre ambas partes.
Tokio resta importancia a la decisión de Okinawa
En respuesta a esta medida, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha manifestado que su Administración ignorará la decisión de Onaga y seguirá con el plan estadounidense-nipón.
“Actuamos en conformidad con la ley adoptada y vamos a continuar el trabajo respetando las condiciones de vida de los residentes locales y el medioambiente”, ha defendido el premier en un debate en la Cámara Alta del Parlamento.
El Gobierno central reinició el sábado las obras para el traslado de la base militar, tras retrasarlas durante un mes con el fin de realizar “consultas intensivas” con las autoridades locales: no obstante, los diálogos terminaron sin un acercamiento de posturas.
El 75 % de las instalaciones estadounidenses se encuentra en Okinawa, donde están desplegados, asimismo, más de la mitad de los cerca de 47 000 efectivos norteamericanos.
Fuente: Pressenza
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