miércoles, 13 de febrero de 2013

Una mirada sobre el holocausto en "El árbol de la muralla"


El realizador Tomás Lipgot estrena mañana su quinto largometraje, un documental que transita desde una mirada reflexiva y filosófica el testimonio de Jack Fuchs, un sobreviviente del Holocausto que vive en Buenos Aires.

“Esta película muestra a un hombre con una mirada muy cruda y muy sabia sobre lo que sucedió en el Holocausto. Encontré mucha sabiduría en él, todo lo que vivió fue una gran fuente de aprendizaje”, expresó Lipgot en diálogo con Télam.
La cinta aborda la historia Jack Fuchs, uno de los últimos sobrevivientes de la Shoah y que luego de 40 años de silencio, comenzó a ofrecer charlas, conferencias y escribió los libros “Tiempo de recordar” y “Dilemas de la memoria”, además de ser colaborador de la sección “Contratapa” del diario Página/12.
“Jack es un seductor y tiene una forma de entender y una mirada del ser humano y del mundo que es muy lúcida y muy particular. Posee una gran capacidad reflexiva y jamás se victimiza. Logró transmutar el sufrimiento en sabiduría y a través del humor construyó una gran fortaleza”, señaló el realizador de los filmes “Casafuerte”, “Fortalezas”, “Ricardo Becher, recta final” y “Moacir”.
El testimonio de este hombre polaco, de 89 años, de intensa mirada, gestos amables, tono distendido y que cuenta con gran humor pese al dolor que carga consigo, contrasta con aquel que permaneció durante años prisionero en campos de concentración, entre ellos Auschwitz, y que perdió a toda su familia en la Segunda Guerra Mundial.
“Esta película no solo habla de un suceso histórico, de un tema difícil, demasiado denso y que en algún momento saturó, sino que también me interesa reflejar lo que obsesiona a Jack, que es esta cuestión destructiva que tenemos los seres humanos y a la vez, siguiendo su ejemplo de vida, todo lo constructivo”, explicó Lipgot.
“Hay una búsqueda de identidad del alma humana. Eso es lo que me inquieta y lo que plasmé en todas mis películas. La muerte y la sexualidad, que son los grandes enigmas del ser humano y es el saber que perseguimos y Jack tiene una dimensión muy profunda de la muerte y puede hablar de ella”, añadió el realizador.
“El árbol de la muralla” combina el relato lúcido de Fuchs con animaciones e imágenes filmadas por él mismo en uno de sus viajes a Polonia mientras retrata de una manera particular el genocidio nazi.
“No quería hacer el típico documental que cuenta un suceso histórico que todos conocemos. Me sentí atrapado por este hombre que es un gran interrogante, que vive buscándole la vuelta a las cosas y que me transmitió vitalidad, por lo que esta película está llena de vida”, indicó el cineasta.
“Este documental-agregó- tiene algo especial con el personaje, encontré una especie de maestro. Es la persona más cercana a la sabiduría que conocí. Es un testimonio con una crudeza que es liberadora”.
En cuanto a su aparición en sus filmes, el realizador precisó que si bien en su primer documental, “Fortalezas”, que era más de observación y muy clásico, el vínculo con sus personajes resultaba muy interesante y le pareció parte de lo documental.
“No es una cuestión narcisista el hecho de aparecer en cámara, pero me parece interesante mostrar el vínculo con ellos y transformarlo como parte documental, porque aporta un grado de intimidad, son momentos muy ricos y desde lo narrativo, cuando la cosa viene muy densa, está bueno dosificar con momentos más distendidos”, aclaró.
El cineasta, que en la actualidad está en plena producción del largometraje de animación “Gilgamesh”, basado en “La epopeya de Gilgamesh”, la historia más antigua de la humanidad, y en un nuevo documental sobre el pueblo gitano, añadió que su interés por los personajes que retrata en sus filmes radica en su fortaleza.
“Me interesa reflejar qué lograron hacer con eso que les tocó vivir. Mostrar que no se quedaron prisioneros de su historia, sino que trascendieron esa condición”, concluyó.
Fuente: Télam

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