La prueba provocó un terremoto artificial y fue mediante un artefacto
"miniaturizado y más liviano con una mayor fuerza explosiva". Críticas
de las principales potencias, incluidas Rusia y China.
Según informó hoy en Viena la Organización del Tratado de Prohibición
Completa de Pruebas Nucleares (CTBTO), la prueba nuclear tuvo una
intensidad de 4,9 grados en la escala de Richter, el doble del generado
por el test realizado en mayo de 2009.
Según los medios estatales del país comunista, el test se llevó a cabo
de manera "segura y perfecta" y su objetivo es servir a la protección de
la seguridad nacional.
Los medios reiteran además sus acusaciones a Estados Unidos por llevar a
cabo una "política de confrontación", según refleja también la agencia
de noticias DPA.
Se trata de la tercera prueba de una bomba nuclear tras las realizadas
en 2006 y 2009 y según expertos, podría acercar a Corea del Norte aún
más a su objetivo de desarrollar una cabeza nuclear para sus misiles.
Hasta ahora, Corea del Sur y Estados Unidos estiman que Norcorea no cuenta con esta tecnología, pero que trabaja en ese sentido.
De hecho, estuvo desarrollando sus misiles, que ya podrían alcanzar
ciudades del oeste estadounidense y el este de Europa, por lo que el
programa de armas norcoreano es visto en la región y en el resto del
mundo como una seria amenaza.
El gobierno surcoreano, precisamente, condenó la prueba nuclear como una
violación de las resoluciones de la ONU y como "una amenaza
inaceptable" para la paz de la región.
Pero tal vez las condenas de Rusia y China, principales aliados de Corea
del Norte, son las que retumbaron más fuerte en los oídos de Pyongyang.
"Sin lugar a dudas, tal comportamiento, que no se corresponde con los
criterios de convivencia aceptados internacionalmente, se merecen
condena y una adecuada reacción de la comunidad internacional", señaló a
través de un comunicado la Cancillería rusa.
Moscú subraya que, "una vez más, al ignorar las normas del derecho
internacional, (Pyongyang) mostró desprecio por las decisiones del
Consejo de Seguridad de la ONU".
"Insistimos en que Corea del Norte cese las acciones ilegales, cumpla
estrictamente con las prescripciones del Consejo de Seguridad, renuncie
completamente a su programa nuclear con misiles", apunta.
Además, añade, el régimen comunista debe "regresar al Tratado de No
Proliferación (TNP) y al régimen universal de garantías del OIEA
(Organismo Internacional de Energía Atómica)".
No obstante, la Cancillería rusa confía en que "el paso dado por
Pyongyang no sea aprovechado como excusa para ampliar la actividad
militar en torno a la península coreana".
El gobierno chino, en tanto, aseguró que se opone "firmemente" a la
prueba nuclear y urgió a Pyongyang a no emprender más acciones que
"empeoren la situación", según informó la agencia de noticias EFE.
Así lo aseguró el Ministerio de Asuntos Exteriores chino en un
comunicado en el que subrayó que Beijing apuesta por la
"desnuclearización de la península, la prevención de la proliferación
nuclear y el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el noreste de
Asia".
La postura de China, el único país junto a Estados Unidos al que Corea
del Norte notificó sus planes con antelación, se considera crucial en el
conflicto coreano, ya que se sospecha que el gigante, el "aliado" más
fuerte del régimen de Kim Jong-un, empieza a perder la paciencia con el
país vecino.
El Consejo de Seguridad de la ONU profundizó hace poco las sanciones
contra Corea del Norte por su prueba de un cohete de largo alcance en
diciembre.
Como respuesta, Pyongyang ya había advertido en enero que iba a llevar a
cabo su tercera prueba nuclear, la primera que se realiza bajo el
gobierno de Kim Jong-un, quien con unos 30 años de edad sucedió a su
padre al frente del país hace poco más de un año.
El organismo clave de la ONU fue convocado nuevamente hoy tras la
noticia y habría consenso en que volverá a condenar las maniobras
norcoreanas.
Fuente: Télam
martes, 12 de febrero de 2013
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