Manila, 11 feb (PL) La visita este lunes del presidente Benigno
Aquino al principal bastión de la insurgencia musulmana en Filipinas,
constituye el más serio intento del Gobierno por pacificar el país.
Aquino y la cúpula del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI)
acordaron un plan de trabajo para sellar un acuerdo de paz definitivo en
2016, año final del mandato presidencial y sin posibilidad de
reelección.
Por éste último elemento saltan dudas de si el siguiente presidente honrará lo convenido por el anterior.
El FMLI surgió en la década de 1970 con el objetivo de establecer
dentro del archipiélago una República musulmana independiente en la
provincia de Mindanao, tercera parte del territorio total de las
Filipinas.
Se estima que unas 150 mil personas han muerto en el conflicto, pese a un alto el fuego en vigor desde 2003.
Según la letra y el espíritu del acuerdo con el Gobierno, el FMLI se
comprometió a renunciar a la lucha armada, a cambio de poder político y
una distribución equitativa de la riqueza en una nueva región autónoma
que cubre a parte de Mindanao.
Fuente: Prensa Latina
lunes, 11 de febrero de 2013
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