Los últimos dos años de conflicto
armado en África del Norte y el Medio Oriente que han llenado los canales de
noticias, han llevado a Mundo sin Guerras y sin Violencia a elaborar varias
posiciones que hemos publicado por nuestra web y difundido por quienes forman
nuestros equipos de base.
Tenemos una sensación cada vez
más creciente de que estamos repitiendo el mismo mensaje constantemente con los
mismos elementos y la misma base ideológica. En este contexto pensamos
que sería útil escribir una posición que sea válida para todos los conflictos
del mundo.
Identificar
las raíces del conflicto
Frecuentemente se pasa por alto
las raíces de cualquier conflicto porque la violencia física es tan chocante
que va atrapando la atención de todo el mundo.
El hecho es que este sistema
económico vigente genera pobreza para la gran mayoría de la población mundial,
explota los recursos del mundo como si fueran infinitos, y nada le importa las
condiciones ambientales para las futuras generaciones. Mientras que en
los países del ex G7, la Unión Europea y otros cuantos más, pudiera darse que
la mayoría de la población todavía no siente todo el efecto de la crisis
económica, otra es la realidad para el resto del mundo.
Nosotros identificamos como
problemas comunes que aparecen en todos los conflictos: el desempleo que afecta
sobre todo a los jóvenes del mundo; la discriminación fomentada por los
políticos y líderes religiosos que buscan dividir a la gente para manipularla y
mantenerse en el poder; la historia colonialista de la región en conflicto; el
acceso al suministro limitado de los recursos naturales del planeta; y una
falta de acceso a los servicios de salud, educación y seguridad social.
Aunque los medios occidentales
muestren los conflictos como “religiosos”, “tribales” o “gente oprimida
luchando para la democracia” y por lo tanto justifiquen la intervención de los
países de la OTAN en defensa de los “derechos humanos” o en defensa de la
“democracia”, el hecho es que los países de la OTAN solamente intervienen
cuando el acceso a los recursos está amenazado.
Denunciar
la violencia física y todas las otras formas de violencia de ambos lados
Desde Mundo sin Guerras,
denunciamos la violencia de todas las facciones. Por supuesto que
denunciamos los asesinatos, las violaciones y la tortura: esto es
evidente. Nos da igual que los asesinatos sean “justificados” como
respuesta a los asesinatos de otros o no, denunciamos todo. La violencia
física es indefendible.
Pero también denunciamos toda la
otra violencia que no se muestra en la TV. Denunciamos aquellos
responsables de las raíces ya citadas del conflicto.
El planeta tiene todos los medios
suficientes para mantener la población de 7.000 millones en condiciones
decentes y cada vez mejores. ¡Hoy! Cualquier negación de esto es
una mentira perpetuada por aquellos con interés personal en mantener la
situación tal cual.
Con un nuevo sistema económico
que ponga al ser humano en su lugar verdadero, el de valor central, estaremos
en capacidad de erradicar la pobreza y el desempleo, de lograr servicios de
salud y educación de buena calidad para todos, y de asegurar que cada ser
humano pueda vivir plenamente hasta que experimente una muerte digna.
Una
fuerza internacional de intervención para imponer la paz y el desarme de
fuerzas opuestas
Frecuentemente tenemos que tomar
posición sobre un conflicto cuando ya es demasiado tarde para proponer una
resolución no violenta del mismo. En este caso, en donde ya hay conflicto
armado es preciso limitar el daño y minimizar el número de víctimas. Si
uno de los bandos en conflicto decidiera de infligir muerte y violencia al otro
bando, el deber de la comunidad internacional será intervenir y prevenir esto
cuando las fuerzas de seguridad nacional no sean capaces de proteger su
población.
Por lo tanto, hacemos un
llamamiento a que se movilice una fuerza financiada internacionalmente
con cifras tan altas de manera que los bandos opuestos no tengan otro remedio
que desarmarse. El rol de tal fuerza no es la de una fuerza armada en
favor de un gobierno vigente o de sus oponentes. Su rol es neutro, con la
autoridad de desarmar a los oponentes armados con fuerza si fuera necesario, y
con otro rol mucho más vital, el de evacuar a los civiles.
Como indicó Silo en la octava
carta de su libro “Cartas a Mis Amigos”:
Entonces,
el mayor servicio que las fuerzas armadas podrá aportar a sus países y a toda
la humanidad será el de evitar que existan las guerras.
Silo enfocó su discurso de la
Carta 8 al rol de las fuerzas armadas dentro de un país, pero por la simple
aplicación del principio de solidaridad, la comunidad internacional no puede
quedarse indiferente frente a una nación que sufra los efectos de criminales
bandas armadas o frente a un gobierno criminal que asesine ciudadanos de su
propio país.
Hacer un
llamamiento para la reconciliación en la sociedad
En prevención de posibles futuros
conflictos, se debería llevar a cabo un programa de reconciliación entre todas
las comunidades de un país afectado. Tenemos que desarrollar nuestra
sociedad sobre la base de los principios de la tolerancia y el respecto,
entendiendo que la cooperación mutua siempre será una estrategia más eficaz que
la competencia violenta.
Como seres humanos, todos
queremos lo mismo: queremos vivir en paz y en seguridad, y queremos un buen
futuro para nuestros hijos y nuestros seres queridos. Estos deseos
sobrepasan las diferencias de expresión religiosa, cultura, nacionalidad, color
de piel y orientación sexual.
Únicamente centrándonos en lo que
nos une como seres humanos y trabajando juntos para el objetivo común de un
mundo libre de violencia seremos capaces de desarrollar la tolerancia y el
respecto necesario para el surgimiento de la Nación Humana Universal.
Un
llamamiento para la re-fundación del país o territorio afectado gracias a la
implementación de la democracia real
Después de que un país salga de
un conflicto armado debe ser el momento de implementar una revisión profunda de
todo su sistema de administración nacional, estudiando lo que hay que cambiar
de manera de avanzar hacia un futuro de paz y reconciliación.
Una asamblea constituyente para
redactar una nueva constitución, devolviendo a los pueblos la posibilidad de
decidir sobre su futuro, quizás la división de un país en diferentes autonomías
o países independientes pueda ser necesario, y todo esto debe decidirse
alrededor de la mesa de dialogo entre representantes del pueblo elegidos
democráticamente por los ciudadanos. Estos representantes deben ser
elegidos por medio de elecciones en donde todos los candidatos tengan igual
acceso a los recursos y a los medios de comunicación.
Para
concluir
No nos van a manipular para que
respaldemos un bando u otro de un conflicto armado en este sistema donde el ser
humano tiene hoy por hoy tan bajo valor. ¿De qué sirve apoyar un poder
colonialista de hoy o de otra época en sus guerras para el control de recursos
cuando impone un sistema que crea la miseria y la muerte para miles de
millones de personas de la población mundial? Se puede argumentar que la muerte
en manos de un matón armado no es peor que una muerte lenta en manos de un
sistema internacional fracasado que no proporciona una calidad de vida decente,
cuando la gente sigue luchando diariamente para sobrevivir.
Hacemos un llamamiento para una
revolución; una revolución noviolenta que comience en la gente que se despierta
de la manipulación a la cual está sometida por sus gobiernos, cómplices de un
complejo militaro-industrial-mediático-financiero que no tiene intención alguna
de permitir la creación de la Nación Humana Universal.
Fuente: Pressenza
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