La Junta de Vigilancia del Valle del Huasco ingresó una
denuncia por apropiación indebida de Aguas ante la DGA regional, y otra
ante la Superintendencia del Medio Ambiente, por tres aluviones
producidos en menos de un mes, tras obras de ingeniería mal ejecutadas
que están impactando negativamente a un bofedal del río el Estrecho.
Hasta Copiapó llegaron representantes de los regantes del Valle del
Huasco, para formalizar una denuncia de robo de aguas del Río El
Estrecho hacia piscinas de Pascua Lama, gestión realizada ante la
Dirección General de Aguas Regional. Además, aprovecharon de ingresar
otra imputación, esta vez ante la Superintendencia de Medio Ambiente,
por los graves impactos que habrían tenido aluviones del 22 de
diciembre, 7 y 12 de enero, producto del colapso de obras artificiales
de canalización de aguas realizadas por la empresa, que habrían afectado
a un bofedal que alimenta a la naciente de la cuenca del Valle del
Huasco.
Las denuncias son relevantes, pues es la primera vez que la Junta de
Vigilancia del Valle del Huasco, luego de haber firmado un convenio con
Barrick Gold en 2005 que fue clave para la aprobación de este polémico
proyecto, reacciona en forma colegiada frente al accionar de la minera
en las cumbres altoandinas. Además, éstas se producen en momentos en que
Pascua Lama se encuentra paralizada luego de que así lo decretara
SERNAGEOMIN por problemas de seguridad laboral al no controlar las
emisiones de material particulado que contienen sustancias químicas
tóxicas para la salud de sus trabajadores, mismo material particulado
que continúa destruyendo los glaciares, lo que motivó que el Consejo de
Evaluación de Atacama abriera un nuevo proceso de sanción por
destrucción de glaciares, luego de que así se lo solicitara la DGA.
Para Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de
Conflictos Ambientales OLCA, estos hechos no hacen más que reafirmar la
profunda irresponsabilidad de las autoridades al permitir el desarrollo
de mega proyectos contaminantes en ecosistemas de altísima fragilidad y
de indiscutible importancia para la sustentabilidad de la vida en el
último valle fértil del norte del país. “El tema es sumamente
delicado, porque se trata de faltas graves reiteradas, dado que ya en
2009, a un mes de iniciada la construcción, se constató y multó por
captación ilegal de aguas, lo mismo que por impactos negativos sobre el
ecosistema glaciar. Además, existe en curso un nuevo proceso
sancionatorio por afectación a los glaciares resuelto por la autoridad
ambiental en agosto del 2012. Aquí hay antecedentes de sobra para exigir
la revocación del permiso ambiental de Pascua Lama”, sentenció Cuenca.
Fuente: Pressenza
martes, 5 de febrero de 2013
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