La escritora israelí-alemana Inge Deutschkron y el director del Centro
de Documentación italiano al aire libre, Andreas Nachama, sobrevivientes
de los campos de exterminio nazis, participaron junto a la canciller
alemana Angela Merkel, de un acto en repudio del octogésimo aniversario
de la llegada de Adolf Hitler al poder, informó el semanario teutón
Farenheit.
El acto, impensable hasta hace pocos años, encuentra a Europa sumergida
en una descomunal crisis económica, y a Alemania y sus bancos como una
posibilidad de salvataje (a un costo altísimo) en el caso de que Gran
Bretaña decida efectivamente retirarse como miembro de la Unión Europea.
Paradójicamente, el Viejo Continente parece ser la tabla de salvación de
inmigrantes de Africa y Medio Oriente cuando las tasas de desempleo son
las más altas de su historia y los partidos de ultraderecha ganan
escaños en cada elección que se presentan.
Por primera vez después de la segunda guerra mundial, el país teutón corre el albur de que Mein Kampf (Mi lucha),
cuya autoría se adjudica a Hitler y cuya reproducción está prohibida,
pueda volver a publicarse, por la presión de los grupos neonazis y por
la oposición de la ciudadanía a financiar el déficit de los países
continentales.
Deutsckron de un lado y Nachama del otro rodeaban a Merkel, quien
recordó que al Fuhrer le bastaron seis meses "para aplastar toda la
diversidad alemana. El ascenso del nacionalsocialismo fue posible porque
las elite y amplios sectores de la sociedad (incluidos profesores y
universitarios) participaron en él y lo toleraron".
"Pasó y puede pasar de nuevo", dijo Nachama, citando a Primo Levi, el
escritor italiano sobreviviente de Auschwitz, que terminó suicidándose
en Turín.
"Nos levantamos contra eso. Cada uno en su lugar. En la escuela, en la
universidad, en el lugar de trabajo. Todos debemos hacer lo necesario
para que eso no se produzca nunca más", agregó.
Fuente: Télam
miércoles, 6 de febrero de 2013
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