El Parlamento aprobó hoy una declaración que proclama a Cataluña soberana para “decidir su futuro”, lo que supone el primer paso para avanzar hacia un referendo de independencia respecto a España en 2014.
El texto, que declara a Cataluña “sujeto político y jurídico soberano”
superando los límites que impone la Constitución española, abre un
conflicto con el gobierno central del derechista Partido Popular (PP) de
Mariano Rajoy, que no está dispuesto a aceptar el desafío surgido de la
opulenta aunque endeuda región.
La declaración fue aprobada por 85 votos -de los 133 presentes-, 41 en
contra y hubo 2 abstenciones, anunció la presidenta del parlamento
regional, Nuria de Gispert.
Cinco diputados socialistas no votaron –rompiendo la disciplina
partidaria- por discrepancias con la decisión del líder de su partido de
rechazar la resolución, mientras los representantes del PP catalán se
retiraron del parlamento en el momento de la votación.
La afirmación soberanista había sido pactada por los nacionalistas de
Convergencia i Unió (CiU), del presidente catalán Artur Mas, y los
independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), segunda
fuerza política, por lo que ya tenía garantizada su aprobación
parlamentaria por mayoría absoluta.
Los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) se sumaron
posteriormente al acuerdo tras una mínima modificación del texto
original, al que se le eliminó la referencia al “Estado propio en el
marco europeo”, ya que consideraban que fijaba ese horizonte como
proyecto.
A cambio de su apoyo, exigieron también que el texto hiciera hincapié en
el “derecho a decidir del pueblo de Cataluña”, para que se abriera la
posibilidad a que se pudieran debatir otros proyectos en el futuro, y no
sólo la opción de la independencia.
Al cerrar el debate, CiU remarcó el carácter “histórico” de la
resolución y dejó la puerta abierta a todos los partidos para sumarse al
proceso.
“El camino del derecho a decidir está abierto. Esta no es una
declaración a favor de la independencia ni del federalismo, es una
declaración a favor de la democracia”, afirmó Oriol Pujol, líder del
grupo parlamentario de CiU.
Hasta último momento se buscó el apoyo de los socialistas catalanes, muy
divididos en torno al debate soberanista, pero su líder, Pere Navarro,
decidió oponerse al considerar que la iniciativa es “ilegal” y “declarar
la soberanía es una declaración unilateral de independencia”, según
dijo antes de la votación.
“Van a cometer un error fatal. Nosotros proponemos que los ciudadanos y
ciudadanas puedan ejercer el derecho a decidir en el marco de la
legalidad”, añadió el líder de los socialistas, que presentó un texto
alternativo en el que planteaban negociar una reforma constitucional
para alcanzar un Estado federal.
Al inaugurar la sesión parlamentaria, Mas remarcó que “si los catalanes dependemos más de nosotros, las cosas nos irán mejor”.
No obstante, advirtió que se requieren “consensos amplios” tanto para
“construir un país nuevo” como para superar la crisis económica.
En la misma línea, el líder independentista Oriol Junqueras remarcó que
el futuro de los catalanes “estará mejor en manos de los ciudadanos que
de los políticos españoles”.
“La crisis económica nos obliga a disponer de mejores herramientas para
ayudar a nuestros ciudadanos. Es necesidad y urgencia”, remarcó.
Por el contrario, la líder del PP, Alicia Sánchez Camacho, acusó a CiU y
ERC de “iniciar una ruptura con España” y “generar incertidumbre” con
una declaración unilateral de independencia que es “inconstitucional”.
“Hoy es un día triste para Cataluña”, se lamentó Sánchez Camacho, quien subrayó que “la democracia no existe sin legalidad”.
En tanto, Albert Rivera, de Ciutadans, hizo hincapié en que “Cataluña no
tiene derecho a la autodeterminación de acuerdo con el derecho
internacional porque “es parte de un Estado democrático”.
“Quieren decirle a la Unión Europea y a la ONU que están oprimidos, y eso es un delirio, ¿A quién quieren engañar?”, dijo.
Con esta afirmación de soberanía, el gobierno de Mas, quien abrazó el
independentismo en medio de peor crisis económica en décadas, quiere dar
el primer paso para lograr la independencia de la norteña región de
España. La clave del proceso es la celebración de un referendo de
autodeterminación en 2014.
Sin embargo, el gobierno de Rajoy rechaza la celebración del referendo
por inconstitucional -con el argumento de que la soberanía reside en el
pueblo español- y ya advirtió que utilizará todas las herramientas
jurídicas para frenarlo.
El proceso a partir de ahora se presenta complicado. El debate
soberanista ya provocó un conflicto dentro de la federación CiU, por las
dudas de uno de sus máximos líderes, Joseph Antoni Duran i Lleida.
La cuestión es clave porque CiU ha sido la impulsora del nuevo proceso
soberanista de Cataluña y una ruptura podría poner fin a toda la
aventura secesionista.
Es la cuarta vez que el Parlamento catalán proclama el derecho de
autodeterminación de Cataluña, aunque en esta ocasión supone un desafío
mayor para la frágil España, sumida en una crisis sin precedentes y con
una parte importante del pueblo catalán movilizado como nunca a favor de
la independencia.
Fuente: Télam
miércoles, 23 de enero de 2013
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