El filósofo José Pablo Feinmann lo expresó en el inicio del ciclo de
diálogos argentinos, que se lleva a cabo en el Instituto Unzué de Mar
del Plata, y que en este caso tuvo por denominación “Civilización y
Barbarie”.
Feinmann lo expresó en el inicio del ciclo de diálogos argentinos, que
se lleva a cabo en el Instituto Unzué de Mar del Plata, y que en este
caso tuvo por denominación “Civilización y Barbarie”.
El filósofo recordó que Francia “colonizó Argelia con la premisa de que a
la barbarie se la combate con la barbarie” e hizo una comparación con
el golpe de Estado de 1976 al referir que “(el ex presidente de facto
Jorge Rafael) Videla pensó eso”.
Acompañado por Jorge Dorio como presentador, Feinmann explicó que en la
última dictadura “hubo un plan siniestro, en donde uno de aquellos
militares dijo cuando le preguntaron sobre lo que había que hacer con la
militancia y respondió `capucha y zanja`”, y agregó que “cuando no
pueden con las ideas apelan a la violencia”.
Feinmann recordó la condena a prisión perpetua de Jaime Smart, ex
ministro de Justicia del gobernador bonaerense Ibérico Saint James,
“como el primer civil en ser condenado” y refirió que “ese personaje
estaba ligado a la policía de Ramón Camps, mientras que Saint James es
tristemente recordado por su frase de extermino `primero los
subversivos, segundo los cómplices, tercero los amigos, luego los
familiares y por último los tímidos`”.
Por otra parte el filósofo refirió que “Smart dijo en diciembre de 1976
que los que armaron la subversión fueron los intelectuales, porque las
ideas produjeron hechos, y de ese modo se amplió el espectro represivo
al campo intelectual”, y rememoró que para el ahora condenado “el campo
intelectual era `el principal culpable`”.
“Además Smart consideraba que todos los profesores enseñaban la
subversión, o sea que hasta una maestra de primer grado estaba
involucrada”, completó Feinmann, quien recordó que “en aquella época yo
daba clases en la Facultad de Filosofía y estaba incluido entre ellos”.
Por otra parte Feinmann aseguró que “aquellos que salen de la
retaguardia para posicionarse en la vanguardia imponen su propagandismo,
su publicidad y su cuestión mediática” y por otra arte calificó a la
sociedad actual como “culocrática”.
Según el filósofo “el socialismo ideal fracasó porque posicionó la
dictadura del proletariado, con un partido hegemónico lejos de las
masas, el dogma que reemplazó las ideas y la exaltación del líder
encarnado en (Josef) Stalin”.
Fuente: Télam
miércoles, 16 de enero de 2013
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