Frente a la atrocidad de los grupos armados, más de 208.000 personas han buscado refugio en los países vecinos y más de 134.000 han sido desplazadas al interior del país.
A pesar de los reiterados llamamientos de las autoridades de Malí, las organizaciones de la sociedad civil, así como el equipo nacional de Mundo sin Guerras-Malí, partidos políticos, la comunidad internacional pidiendo a los grupos armados yihadistas y secesionistas de cesar todos los actos de violencia, poblaciones del norte han sufrido violaciones, mutilaciones, de pies, brazos, azotes, y restricciones de libertades , tales como la imposición del velo obligatorio , la prohibición de fumar, de beber té en la calle, de realizar actividades de ocio y recreativas.
Además, el patrimonio cultural se ha visto afectado en las tres regiones (Tombuctú, Gao y Kidal), con la destrucción de santuarios y monumentos, muchos niños enrolados en los combates por esos grupos armados yihadistas y separatistas.
Ante el avance de los yihadistas armados en el sur, la República de Malí ha visto amenazada su existencia. Entonces no hacía falta una respuesta rápida para detener los yihadistas ¿De allí la motivación de Mundo sin Guerras / Malí a preguntarse qué iba a ser la situación en Malí sin la intervención de Francia que permitió detener sin lugar a dudas el avance de yihadistas a la capital.
Aun lamentando que la situación de seguridad en el norte de Malí haya destapada la intervención francesa y el despliegue de tropas africanas sobre el terreno en Malí, Mundo sin Guerras y sin Violencia, Mali, estimó que había una emergencia vital para Malí. Sin la intervención francesa, ¿no hubiera pasado Malí bajo el dominio de los llamados “islamistas” mafiosos? Como dijo Silo “una cosa es mejor que otra, provisoriamente, pero no hay ‘mejor’ ni ‘peor’ en definitiva.”
Sin embargo, Mundo sin Guerras y sin Violencia, Mali designa Francia y funcionarios de la OTAN como responsables directos e indirectos de la actual situación de la seguridad en el norte de Malí que resulta de la guerra en Libia, en la cual algunas fuerzas han vuelto al norte de Malí, con total tranquilidad a pesar de los recursos logísticos que tenían Francia y la OTAN, y que podían utilizar tal como lo han hecho en el caso de Malí.
Mundo sin Guerras y sin Violencia Malí ve con preocupación que las fuerzas extranjeras presentes se conviertan en el futuro en fuerzas de ocupación en el norte de Malí con un control sobre los recursos minerales, como ha sido el caso en algunos países.
A la luz de todo lo que prevalece, Mundo sin Guerras y sin Violencia recomienda a las autoridades de Malí y a la comunidad internacional.
- Que esta acción militar sea limitada en el tiempo y tenga como único propósito de librar a Mali de la mafia y de los grupos terroristas;
- El desarme inmediato de los grupos armados del Movimiento de Liberación Nacional de Azawad (MNLA) y para evitar la participación de estos últimos en el crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo en la zona del Sahel Sahara de África. Eso debido a la ambigua posición del movimiento rebelde tuareg que estaba en relación con los yihadistas desde el inicio de la ocupación de las regiones del norte en enero de 2012;
- Proteger los civiles de los abusos y de todo tipo de daños colaterales durante esta intervención;
- Que Francia, las tropas africanas y sus aliados no se sustituyen a la gente de Malí y sus fuerzas de seguridad armadas en la reconquista de la integridad territorial de Malí;
- Que el ejército maliense sea reformado y equipado con capacidades para prevenir, combatir y hacer frente por sí mismo a los ataques terroristas y otros grupos armados;
- La apertura de las consultas nacionales después de la intervención militar de Malí para discutir la organización política de Malí y sentar unas instituciones democráticas creíbles que puedan hacer frente a la lucha contra el subdesarrollo, la corrupción, el favoritismo y la mala gestión.
Gaoussou Bathily
Coordinación Nacional
Mundo sin Guerras y sin Violencia Malí.
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