por Ernesto H. De Casas
Habiendo conseguido paralizar desahucios, actividad característica del
15-M - en colaboración con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca -
los indignados continúan en España sus iniciativas de poner en práctica
las bases del movimiento que, en última instancia, tiende a modificar el
sistema capitalista. Casi nada.
Pressenza, Madrid. Durante la asamblea de cierre del #12M15M se leyeron resúmenes del
trabajo de los temas abordados durante estos días de celebración del
aniversario en las plazas del centro madrileño.
Varias comisiones ponen en marcha la campaña Desmontando Mentiras,
con la que intentan combatir el “pensamiento único” impuesto por los
poderes fácticos, políticos, económicos y mediáticos. Hay mentiras,
afirman de carácter económico — como “abaratar el despido genera
empleo”, “la reforma financiera va a resolver los problemas del sector”,
“el sistema eléctrico privatizado funciona mejor que el público”—, o
políticas — como ”la soberanía reside en el pueblo”, “la justicia es
igual para todos”— y sociales —como “no hay dinero para la educación
pública”, “la sanidad privada es más barata”—. Señala un portavoz del
15-M que “La idea es que se vayan uniendo las distintas áreas de trabajo
y reunamos nuestros argumentos contra lo que debemos creer”.
En el área de vivienda, además de reforzar la campaña
anti-desahucios, impidiendo desalojos forzados, han propuesto también
crear cooperativas de deuda, aprovechando las rebajas de los bancos
sobre algunos créditos, a fin de deshacerse de los mismos. Piensan
también crear un programa auto-gestionado de viviendas; comenzando por
censar las viviendas vacías, cuya propiedad sea investigada y, al
estudiar el caso, liberarlos así para dejarlos “a disposición del
pueblo”.
Estas acciones van acompañadas de una serie de reivindicaciones, como
la regulación de la dación en pago, la creación de un parque público de
alquiler o la despenalización de la ocupación de espacios abandonados.
En economía también se han definido una serie de propuestas, como la
derogación de la reforma laboral, la redistribución de la riqueza con
unos límites de sueldos máximos y mínimos o la auditoría ciudadana. Esta
comisión tiene previstas una serie de movilizaciones, que comienzan
este mismo viernes con una concentración ante la sede de la Comisión
Europea en Madrid, en paralelo a una acción de protesta en el Banco
Central Europeo, en Frankfurt.
Hubo espacios para temas muy diferentes, del movimiento "Palestina
Toma la Calle" a la comisión de feminismo, sanidad o medio ambiente. Uno
de los grupos que ha causado mayor simpatía ha sido el de los mayores,
que están recogiendo firmas para presentar una iniciativa legislativa
popular en contra de la congelación de las pensiones.
Pacíficos, pero desobedientes.
“Somos pacíficos, según la delegada del Gobierno [Cristina
Cifuentes], y aun así nos sale un saldo de 30 detenidos”, lamentó el
representante de la comisión legal, a falta de conocer el balance de la
última noche. Este grupo ha asesorado a los participantes en las
actividades. Aunque el domingo la policía puso trabas a la celebración
de asambleas, apelando a la restricción del derecho de reunión en la vía
pública a 20 personas si el acto no había sido comunicado, los mayores
problemas se han registrado de noche.
La Delegación autorizó concentraciones en Sol, a partir de la
solicitud de un particular, hasta las 22:00 hrs los cuatro días. Los
indignados siempre han desafiado el toque de queda y la policía ha
esperado hasta altas horas de la madrugada, cuando quedaba menos gente,
para desalojar.
Los indignados han insistido en su carácter pacífico y el grito de
“estas son nuestras armas”, con las manos en alto, se ha escuchado de
forma reiterada. Se quejan de violencia policial y maltrato en las
comisarías. La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, ha hecho un
“balance muy positivo” de la actuación de los agentes que han vigilado
la zona.
El 15-M combina su rechazo a la violencia con la incitación a la
desobediencia civil. Es por ello que se han revelado contra el horario
limitado de su concentración y critican que se les desaloje y detenga
por llevar el debate al espacio público. Esa postura puede extenderse a
otros ámbitos, como la objeción fiscal o la insumisión del funcionariado
sanitario contra el “decretazo”, a las que llamaron ayer.
Humor, parte de la lucha
Un agudo articulista - Augusto Klappenbach, Madrid 17/05/2012, en
Público, digital - nos hace ver el uso del humor del 15-M, porque la
risa es incompatible con el miedo, y los aliados de las dictaduras son
el miedo y la culpa. Destaca: “El movimiento del 15-M ha tratado de
dar respuesta a esta situación (absurda de exigencias a la población).
Dando una respuesta heterogénea, en ocasiones utópica y a veces
desmesurada, pero casi siempre llena de sentido común y que ha logrado
evitar, salvo incidentes aislados, una de las manifestaciones que puede
tomar el miedo: la violencia. Y esa respuesta ha recurrido
frecuentemente al humor como lenguaje crítico. Algunas de sus consignas
son antológicas: "No podemos apretarnos el cinturón y bajarnos los
pantalones al mismo tiempo"; "No hay pan para tantos chorizos
(ladrones)"; "Me gustas, democracia, pero estás como ausente"; "No es
una crisis: es que ya no nos queremos"; "Si no nos dejan soñar, no vamos
a dejarles dormir". Cada una de las cuales responde a aspectos
fácilmente reconocibles de la crisis actual, sintetizados en una frase
que pone de manifiesto un aspecto de la cuestión que un lenguaje "serio"
no llega a expresar: su carácter absurdo, a veces ridículo.” Y agrega “El
movimiento del 15-M ha tratado de dar respuesta a esta situación. Una
respuesta heterogénea, en ocasiones utópica y a veces desmesurada, pero
casi siempre llena de sentido común y que ha logrado evitar, salvo
incidentes aislados, una de las manifestaciones que puede tomar el
miedo: la violencia. Y esa respuesta ha recurrido frecuentemente al
humor como lenguaje crítico.”
Esta forma consigue así desarticular la vieja alianza entre miedo y
obediencia. Donde se afirma que debemos "dar confianza a los mercados"
cediendo a sus exigencias y renunciando poco a poco no sólo a un
precario supuesto estado de bienestar sino abandonando hasta al mismo
sistema democrático, en beneficio de nuevos amos. Algo que es
inadmisible y, ciertamente, ¡de risa! Confirmando además que, las
intervenciones violentas ya no son necesarias. En suma, no olvidemos a
Chaplin, entre otros.
lunes, 21 de mayo de 2012
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