Una
exhibición de cien imágenes de Tina Modotti, la italiana que abrazó
México como su país, se inaugura este jueves en el Centro Cultural
Borges, que ofrecerá la posibilidad de ver por primera vez en la
Argentina un recorrido de su vida como fotógrafa y revolucionaria y sus
relaciones con el mundo artístico de su época.
"La
exhibición da cuenta del cruce como revolucionaria y fotógrafa, de ella
como sujeto textual y sujeto social que la convierten en un sujeto
histórico con muchísimo peso en el mundo", dice Blanca María Monzón,
curadora del Borges.
"Tina Modotti. Fotógrafa y revolucionaria" recoge su obra desde la vanguardia desplegada junto al fotógrafo Edward Weston como las series "Superficie y estructura" y "Flores y plantas" hasta su imaginario social y político donde logró las imágenes nucleadas en "Mujeres y niños", "Campesinos", "Trabajo y miseria", "Berlín", "Revolución", "Julio Antonio Mella" y "Tehuantepec".
Modotti nació en Italia (Udine, 1896) y falleció en México 46 años después. Esta mujer fue inmigrante en Estados Unidos, actriz de Hollywood, fotógrafa, revolucionaria, militante comunista, refugiada política y miembro del Socorro Rojo Internacional.
Durante su acercamiento con el mundo del arte de la década del 20, Modotti conoció al fotógrafo Edward Weston, quien ya era un reconocido artista. Primero fue su modelo y al poco tiempo, se convirtió en su amante. Ambos cambiaron el rumbo de la fotografía e incluso en la muestra, y los desnudos que Weston le tomó a Modotti son parte central para comprender este recorrido estético.
Su influencia sobre Modotti se demuestra en las primeras fotos, donde se imprime una abstracción formal. Sin embargo, ya en 1924 se notan los inicios de un lenguaje propio, con imágenes tomadas por la italiana con una máquina Corona pequeña y una Graflex.
Después de un período en Estados Unidos, Tina llega a México, un hecho que marcó su vida porque con este país "hizo espejo, identificándose social, política y culturalmente y desarrolló su carera como fotógrafa entre 1923 y 1929", cuentan los curadores.
"Su estética repercutió decididamente en el panorama de la fotografía mexicana", agrega Monzón. En sólo siete años, esta mujer amiga de Diego Rivera, Frida Kahlo, David Siqueiros, Pablo Neruda, Rafael Alberti y Miguel Hernández consiguió una obra intensa que incluye más de 500 imágenes.
"En el corto tiempo que duró su rica existencia buscó la belleza a través de la fotografía, y trabajó a favor de la justicia social desde la militancia política. Es probable, que esta sea una de las razones por las cuales trascienden más las anécdotas construidas a su alrededor, que su dimensión humana", explica Monzón.
Gran parte de su obra se puede ver en esta exhibición dividida en series que muestran la mutación que logró Modotti como fotógrafa y su acercamiento cada vez más potente a la política, que al final se convertirá en el centro de vida.
Su obra no está absolutamente descubierta, "ella fue una mujer muy adelantada para su época, tenía sus propias reglas y en una sociedad mexicana como la del 20 eso influyo en un olvido consciente de su obra", dice la curadora.
Reinhard Schultz, coleccionista y curador alemán, fue quien rescató las fotos de Modotti. Junto a la biógrafa, Christiane Barkhausen-Canale siguieron los rastros de las imágenes por Udine y México, donde en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Pachuca encontraron 84 negativos.
"Estos negativos estuvieron en Moscú, luego Vittorio Vitale -el último compañero de Tina y el último que la vio con vida- los llevó a Italia y más tarde, su hijo los entregó a México", cuenta a Télam Schultz sobre el periplo detrás de las imágenes de Modotti, quien murió misteriosamente en un taxi en México.
En la actualidad Modotti es la fotógrafa mujer mejor cotizada del mundo. Su imagen de una flor "Calla" -que se puede ver en la muestra- se vendió en 480.000 dólares, mientras que "Rosas" valuada en 165.000 dólares fue "pulsada" por la cantante Madonna, quien fascinada por la figura de la italiana llegó hasta incluso querer protagonizar una biopic en 1996, que nunca se filmó.
Además de este rosario de virtudes para el mercado del arte, una fotografía del cuerpo de Modotti -un desnudo que le tomó Weston- es el retrato "más costoso de una persona", valuado en 960.000 dólares, asegura Schultz.
Estas imágenes que se pueden ver en la muestra se suman a retratos como el de la actriz Dolores Del Río, los de las madres con niños -que siguen la tradición del periodismo fotográfico- y las obras de corte documental "Mujer con niño en Tehuantepec", "Muchacha en la “Colonia de la Bolsa” y "Pequeño orgulloso Agrarista”.
La intensidad política en la vida de Modotti se acentuó cuando se alejó de Weston. "Ellos tenían una concepción diferente, Weston no toleraba a los mexicanos y Modotti los amaba".
Ella hizo composiciones de correas de cartuchos, mazorcas de maíz, una guitarra y un sombrero, un martillo y una hoz que simbolizan la revolución. "Introdujo la simbología política, algo que nadie había hecho", indica Schultz.
"Su obra fotográfica es un paradigma de la fusión entre la cultura revolucionaria mexicana y la estética fotográfica vanguardista. En 1930 deja la fotografía porque no quería convertirse en una fotógrafa política para el estalinismo", agrega.
Una de las fotos emblemáticas es la del revolucionario cubano Julio Antonio Mella, uno de sus grandes amores y a su lado, otro emblema: una foto de una máquina de escribir perteneciente a León Trotski donde se lee en el papel mecanografiado las palabras: "inspiración, artística, síntesis".
Y abajo un texto insuperable de Modotti: "Esto duele a veces, pero `bendito sea el nada`. Desde ahora en adelante, todas mis propiedades solo tendrán que ver con la fotografía. El resto, incluso cosas que amo, cosas concretas, lo someteré a una metamorfosis... las transformaré de cosas concretas en cosas abstractas, para así poder poseerlas para siempre en el corazón.".
"Su obra, lejos de ser re-descubierta completamente, inspira y apasiona un público que es tan internacional como lo fueron las numerosas actividades de Tina", coinciden los curadores.
"Y aunque por muchos años el discurso oficial la haya intentado borrar, ella habita en la memoria cultural de México, y es parte de la Historia del Arte y de la Historia de la Política del mundo", concluye Monzón.
La muestra se puede visitar hasta el 7 de julio en Viamonte y San Martín, de lunes a sábado de 10 a 21, domingos y feriados de 12 a 21. Los domingos a las 17 habrá visitas guiadas, además se proyectará continuamente el filme "The Tiger`s coat" protagonizado por Modotti en 1920 en Hollywood.
Fuente: Télam.
"Tina Modotti. Fotógrafa y revolucionaria" recoge su obra desde la vanguardia desplegada junto al fotógrafo Edward Weston como las series "Superficie y estructura" y "Flores y plantas" hasta su imaginario social y político donde logró las imágenes nucleadas en "Mujeres y niños", "Campesinos", "Trabajo y miseria", "Berlín", "Revolución", "Julio Antonio Mella" y "Tehuantepec".
Modotti nació en Italia (Udine, 1896) y falleció en México 46 años después. Esta mujer fue inmigrante en Estados Unidos, actriz de Hollywood, fotógrafa, revolucionaria, militante comunista, refugiada política y miembro del Socorro Rojo Internacional.
Durante su acercamiento con el mundo del arte de la década del 20, Modotti conoció al fotógrafo Edward Weston, quien ya era un reconocido artista. Primero fue su modelo y al poco tiempo, se convirtió en su amante. Ambos cambiaron el rumbo de la fotografía e incluso en la muestra, y los desnudos que Weston le tomó a Modotti son parte central para comprender este recorrido estético.
Su influencia sobre Modotti se demuestra en las primeras fotos, donde se imprime una abstracción formal. Sin embargo, ya en 1924 se notan los inicios de un lenguaje propio, con imágenes tomadas por la italiana con una máquina Corona pequeña y una Graflex.
Después de un período en Estados Unidos, Tina llega a México, un hecho que marcó su vida porque con este país "hizo espejo, identificándose social, política y culturalmente y desarrolló su carera como fotógrafa entre 1923 y 1929", cuentan los curadores.
"Su estética repercutió decididamente en el panorama de la fotografía mexicana", agrega Monzón. En sólo siete años, esta mujer amiga de Diego Rivera, Frida Kahlo, David Siqueiros, Pablo Neruda, Rafael Alberti y Miguel Hernández consiguió una obra intensa que incluye más de 500 imágenes.
"En el corto tiempo que duró su rica existencia buscó la belleza a través de la fotografía, y trabajó a favor de la justicia social desde la militancia política. Es probable, que esta sea una de las razones por las cuales trascienden más las anécdotas construidas a su alrededor, que su dimensión humana", explica Monzón.
Gran parte de su obra se puede ver en esta exhibición dividida en series que muestran la mutación que logró Modotti como fotógrafa y su acercamiento cada vez más potente a la política, que al final se convertirá en el centro de vida.
Su obra no está absolutamente descubierta, "ella fue una mujer muy adelantada para su época, tenía sus propias reglas y en una sociedad mexicana como la del 20 eso influyo en un olvido consciente de su obra", dice la curadora.
Reinhard Schultz, coleccionista y curador alemán, fue quien rescató las fotos de Modotti. Junto a la biógrafa, Christiane Barkhausen-Canale siguieron los rastros de las imágenes por Udine y México, donde en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Pachuca encontraron 84 negativos.
"Estos negativos estuvieron en Moscú, luego Vittorio Vitale -el último compañero de Tina y el último que la vio con vida- los llevó a Italia y más tarde, su hijo los entregó a México", cuenta a Télam Schultz sobre el periplo detrás de las imágenes de Modotti, quien murió misteriosamente en un taxi en México.
En la actualidad Modotti es la fotógrafa mujer mejor cotizada del mundo. Su imagen de una flor "Calla" -que se puede ver en la muestra- se vendió en 480.000 dólares, mientras que "Rosas" valuada en 165.000 dólares fue "pulsada" por la cantante Madonna, quien fascinada por la figura de la italiana llegó hasta incluso querer protagonizar una biopic en 1996, que nunca se filmó.
Además de este rosario de virtudes para el mercado del arte, una fotografía del cuerpo de Modotti -un desnudo que le tomó Weston- es el retrato "más costoso de una persona", valuado en 960.000 dólares, asegura Schultz.
Estas imágenes que se pueden ver en la muestra se suman a retratos como el de la actriz Dolores Del Río, los de las madres con niños -que siguen la tradición del periodismo fotográfico- y las obras de corte documental "Mujer con niño en Tehuantepec", "Muchacha en la “Colonia de la Bolsa” y "Pequeño orgulloso Agrarista”.
La intensidad política en la vida de Modotti se acentuó cuando se alejó de Weston. "Ellos tenían una concepción diferente, Weston no toleraba a los mexicanos y Modotti los amaba".
Ella hizo composiciones de correas de cartuchos, mazorcas de maíz, una guitarra y un sombrero, un martillo y una hoz que simbolizan la revolución. "Introdujo la simbología política, algo que nadie había hecho", indica Schultz.
"Su obra fotográfica es un paradigma de la fusión entre la cultura revolucionaria mexicana y la estética fotográfica vanguardista. En 1930 deja la fotografía porque no quería convertirse en una fotógrafa política para el estalinismo", agrega.
Una de las fotos emblemáticas es la del revolucionario cubano Julio Antonio Mella, uno de sus grandes amores y a su lado, otro emblema: una foto de una máquina de escribir perteneciente a León Trotski donde se lee en el papel mecanografiado las palabras: "inspiración, artística, síntesis".
Y abajo un texto insuperable de Modotti: "Esto duele a veces, pero `bendito sea el nada`. Desde ahora en adelante, todas mis propiedades solo tendrán que ver con la fotografía. El resto, incluso cosas que amo, cosas concretas, lo someteré a una metamorfosis... las transformaré de cosas concretas en cosas abstractas, para así poder poseerlas para siempre en el corazón.".
"Su obra, lejos de ser re-descubierta completamente, inspira y apasiona un público que es tan internacional como lo fueron las numerosas actividades de Tina", coinciden los curadores.
"Y aunque por muchos años el discurso oficial la haya intentado borrar, ella habita en la memoria cultural de México, y es parte de la Historia del Arte y de la Historia de la Política del mundo", concluye Monzón.
La muestra se puede visitar hasta el 7 de julio en Viamonte y San Martín, de lunes a sábado de 10 a 21, domingos y feriados de 12 a 21. Los domingos a las 17 habrá visitas guiadas, además se proyectará continuamente el filme "The Tiger`s coat" protagonizado por Modotti en 1920 en Hollywood.
Fuente: Télam.
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