Indígenas de todo el mundo denunciaron en la ONU las actuales
manifestaciones de doctrinas originadas en el llamado descubrimiento (de
América) y otras políticas "moralmente condenables, socialmente
injustas y racistas".
El señalamiento forma parte de un documento aprobado la víspera en la
jornada final de la XI sesión del Foro Permanente de Naciones Unidas
para Asuntos Indígenas que reunió a más de dos mil delegados durante dos
semanas en Nueva York.
La presencia todavía de esas prácticas
dentro de las comunidades autóctonas es evidente en materia de salud,
bienestar psicológico y social, la denegación de los derechos a la
tierra, los recursos y los medicamentos y varias formas de violencia,
apunta el texto.
También ratifica la Declaración sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas en su denuncia a las doctrinas,
políticas y prácticas basadas en la superioridad de determinados pueblos
o individuos por razones de origen nacional y diferencias raciales,
religiosas, étnicas o culturales.
Recuerda que los colonizadores
consideraron a los pueblos indígenas como salvajes, bárbaros,
inferiores e incivilizados y usaron esos conceptos para someter, dominar
y explotar a esos conglomerados y sus tierras, territorios y recursos.
Los asistentes al foro de la ONU repudiaron la práctica del llamado
concepto de supresión, todavía presentes en reglamentos, políticas y
decisiones de los tribunales.
Por esa vía, agrega, los Estados
han suprimido los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras,
territorios y recursos, a la libre determinación, sus idiomas,
religiones e incluso sus identidades y existencia.
Al respecto,
señala que esos grupos tienen derechos colectivos a las tierras,
territorios y recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o
utilizado y exige el respeto a sus costumbres, tradiciones y sistemas de
tenencia de la tierra.
El encuentro propuso crear un mecanismo
para atender las reclamaciones indígenas e instó a los Estados a revisar
y modificar sus constituciones y marcos jurídicos para reconocer
integralmente los derechos humanos de esos pueblos.
El foro
exhortó a velar por que las constituciones nacionales garanticen la no
discriminación racial, una noción que encierra toda distinción,
exclusión, restricción o preferencia por motivos de raza, color,
ascendencia u origen nacional.
La cita anual de los pueblos
indígenas aprobó otra decena de documentos referidos a los derechos
humanos, los preparativos para la prevista Conferencia Mundial de
Pueblos Indígenas en 2014 y la violencia contra la mujer aborigen.
Sobre este último problema, el foro convocó a los Estados a aplicar
planes de acción con perspectiva de género dirigidos a la protección de
las féminas indígenas frente a la violencia y para castigar a los
responsables.
El objetivo es proteger a las víctimas, enjuiciar a
los autores y evitar todas las formas de explotación, en particular la
trata de personas, apuntó.
El encuentro emitió otra
recomendación sobre los derechos de esas comunidades a la soberanía
alimentaria, los cuales vincularon al reconocimiento colectivo de los
relacionados con la tierra y los recursos, la cultura y la organización
social.
En ese sentido, instó a los Estados a facilitar el
fortalecimiento de los sistemas tradicionales de alimentación,
"reconociendo y demarcando los territorios indígenas para que puedan
desarrollar mejor sus actividades de producción de alimentos".
Asimismo, reclamó avanzar en las negociaciones para un instrumento legal
internacional que garantice la protección efectiva del conocimiento
tradicional indígena, las expresiones culturales, el folklore y los
recursos genéticos.
Fuente: Prensa Latina.
domingo, 20 de mayo de 2012
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