Por primera vez, la Justicia chilena ordenó investigar la muerte del ex presidente Salvador Allende, quien gobernó entre 1970 y 1973, antes de ser derrocado por la dictadura de Augusto Pinochet.
Según todos los peritajes médicos de la época, el mandatario se suicidó el día del Golpe de Estado en el Palacio de La Moneda.
Ahora, la Justicia deberá determinar si el presidente se suicidó con un rifle que le había regalado el líder cubano Fidel Castro, o si fue asesinado, como lo esbozan algunas teorías.
El juez Mario Carroza fue designado a cargo de la investigación.
Afirmó que tiene una "responsabilidad tremenda" y que hará todo lo necesario para esclarecer el caso.
El nombre del ex mandatario aparece en una lista de 726 querellas presentadas por la fiscal de la Corte de Apelaciones de Santiago, Beatriz Pedrals.
Estas querellas se relacionan con víctimas del régimen de facto, cuyos casos nunca antes examinó el sistema judicial.
En la presentación se consideró que los procesos por este tipo de víctimas deben tener un horizonte de término en la investigación y que no es posible que se perpetúen en el tiempo.
Por su parte, la senadora Isabel Allende pidió la colaboración del Estado en la investigación sobre la muerte de su padre.
Unas 3 mil personas fueron asesinadas o desaparecidas durante la dictadura militar de Pinochet y otras 50 mil sufrieron torturas, cárcel o persecución. (PÚLSAR)
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