Después de Haití, la ayuda humanitaria se encamina a Chile.

Las autoridades chilenas confirman más de 140 víctimas mortales, al menos dos regiones con afecciones graves, y réplicas que se suceden constantemente. El país austral, situado en el llamado 'Círculo del fuego', ha sido el epicentro de los mayores sismos registrados en el planeta.
El 27 de Febrero, un terremoto de magnitud 8.8 en la escala de Richter ha ocurrido a 90 kilómetros de Concepción, en Chile, produciéndose continuas réplicas. La Alerta Tsunami se mantiene para Chile y para la mayor parte de los países de la Costa del Pacifico.
Las primeras informaciones recibidas de Chile son de más de 140 personas fallecidas, -una cifra que aumenta con el paso de las horas- y de dos regiones principalmente afectadas: BioBio y Maule (un área rural donde predominan las casas de adobe y que no tiene acceso por carretera.
La presidenta del país, Michelle Bachelet, ha confirmado el número de víctimas y ha alertado de la alta probabilidad de que esa cifra se incremente. Las líneas telefónicas y de luz se cayeron, haciendo todavía más difícil una evaluación inicial del daño, pero ya se ha confirmado un gran destrozo en dos ciudades del sur.
De acuerdo con Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS), el terremoto, que se produjo a las 3:34 horas de la madrugada (hora local) tuvo su epicentro a 90 kilómetros al nordeste de la ciudad de Concepción, a una profundidad de 35 kilómetros. Según el censo de 2002, Concepción es una de las ciudades más pobladas de Chile con una población de en torno a 670.000 personas.
La Administración Nacional de Atmósfera y Oceanos (NOAA) confirmó también que el sismo de Chile ha provocado un tsunami en el Océano Pacífico, que llegará a Hawai poco después de las 21.00 GMT.
La Federación de la Cruz Roja Internacional informó que ha liberado fondos de contingencia, que por el momento ascienden a 300,000 francos suizos, (unos 280,000 dólares) que serán destinados de forma inmediata al país afectado, en apoyo a las labores de la Cruz Roja Chilena.
Fuente: corresponsaldepaz.org