La Habana, 12 feb (PL). La Feria Internacional del Libro Cuba 2010 puso hoy en marcha su itinerario habanero con una multitud de propuestas que exigirían desdoblamientos constantes de una persona en varias para poderles seguir su ritmo.
Presentan libro de Fidel Castro Díaz-Balart en foro académico ferial.
Hay programas artísticos, literarios, mesas redondas y seminarios con los temas de actualidad candente, conversatorios, talleres para el brillo de las ciencias sociales y un sin fin de presentaciones de libros, centro y protagonista de todas las miradas.
Una feria con las valijas repletas: más de mil títulos, entre ellos 30 volúmenes de y sobre Rusia -el país invitado de honor este año-, y siete millones de ejemplares que comenzaron a circular en 48 librerías habaneras una semana antes de la apertura de su sede principal, el Parque Morro-Cabaña.
Inaugurada la víspera en ese espacio casi infinito al aire libre -donde años atrás tuvo su refugio la Comandancia del guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara-, a la sesión inaugural asistieron el presidente cubano, Raúl Castro, y el canciller de la nación homenajeada, Serguei Victorovich Lavrov, quien destacó los nexos entre las dos naciones.
Rusia y Cuba tienen profundos lazos comunes, ideas apegadas a la solidaridad y la justicia social, afirmó en su discurso de agradecimiento.
Una vez concluida la ceremonia oficial, Lavrov y Raúl Castro recorrieron el Pabellón de ese país europeo -cuya cultura es una fuente nutricia de la literatura y el pensamiento universales-, desplegada en 450 metros cuadrados.
En ellos ocupan lugar destacado las imágenes que ilustran las cinco décadas transcurridas desde el restablecimiento de relaciones entre Moscú y La Habana.
Qué rápido han pasado estos últimos 50 años, comentó el presidente cubano, con una frase evocadora de entrañables recuerdos.
Se interesó, además, por otras peculiaridades del pabellón expositivo, por las ediciones en ruso del pensamiento del líder revolucionario Fidel Castro y recordó cuánto influyó la literatura épica rusa en los combatientes que, en los primeros años de la Revolución, tuvieron que defender a la isla del asedio encarnizado de Estados Unidos
Ha sido un buen comienzo, dijo ya en la despedida el presidente cubano, y auguró un éxito de público a la feria que hoy comienza a hacerse realidad concreta con el desfile de una masa humana fiel en su devoción al Parque Morro-Cabaña, un lugar permanente de culto de los habaneros, aunque el caudal de los libros fluya como una corriente cálida, viva, por toda la capital cubana.
Con dos personalidades del intelecto de la isla homenajeadas, el escritor Reynaldo González y la socióloga e historiadora María del Carmen Barcia, la cita editorial echó a andar con su séquito multitudinario, en una marcha ascendente.
En sus palabras de salutación y gratitud, Reynaldo Gozález señaló: "El jubileo del libro saldrá de esta plaza, de los estanquillos y llegará a los hogares. Tenido como nuestro acontecimiento más trascendente, lo es porque alcanza una continuidad imprevisible, no mediata sino clocada en el horizonte de generaciones".
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