El Festival de Cine del Sahara (FiSahara) ha concluido su
novena edición. Este festival internacional se celebra en el campamento
de Dajla, situado en las arenas del desierto argelino que fueron cedidas
a los refugiados saharauis cuando, hace 37 años, tuvieron que abandonar
sus territorios que fueron entonces ocupados por Marruecos.
Por Ramón Cabello
La lucha contra el olvido
Este festival de cine, el único en el mundo que se celebra en
un campamento de refugiados, pretende mantener viva la lucha de decenas
de miles de saharauis, abandonados por el olvido político. Precisamente,
la cinta ganadora del certamen, “Hijos de las nubes, la última colonia”
analiza los intereses políticos y estratégicos que lastran una posible
solución al conflicto. La película documental, producida y protagonizada
por el oscarizado actor español Javier Bardem, podrá verse en las salas
españolas dentro de varias semanas y ya ha sido presentada en la
Berlinale. En ella, el actor Javier Bardem conduce al espectador por los
entresijos del drama saharaui, partiendo desde la raíz del conflicto
hasta llegar al actual estancamiento y olvido en el que se encuentran
sumidos los saharauis.
Camella Blanca para la seguridad
La cinta de Bardem recibió de la actriz Aitana Sanchez-Gijón,
presente en la actual edición del certamen, la Camella Blanca. El
premio, que en realidad consiste en un dromedario que suele regalarse a
la familia saharaui que acoge al premiado, fue cedido en esta ocasión a
la policía saharaui por su esfuerzo en garantizar la seguridad en el
campamento. Y es que en esta ocasión, las medidas de seguridad se han
visto incrementadas como consecuencia del secuestro el pasado octubre de
dos cooperantes españoles en Rabuni, centro neurálgico de la República
Árabe Saharaui Democrática (RASD). Durante el festival hubo palabras de
apoyo para las familias de los secuestrados de los que sigue sin haber
noticias.
El certamen también distinguió a otras cintas de temática saharaui,
como fueron los documentales que tratan sobre los hechos acaecidos en
Gdem Izik, el campamento pacífico levantado a las afueras de El Aaiún y
desmantelado a sangre y fuego por las fuerzas de seguridad de Marruecos
en noviembre del 2010.
Llamamiento a la ciudadanía
Como suele ser habitual, los representantes del mundo de la
cultura que acuden al festival suscribieron un manifiesto de apoyo al
pueblo saharaui, aunque en esta ocasión y a diferencia de las
anteriores, su llamamiento a la solidaridad fue para la ciudadanía y no
para los políticos: “No nos vamos a dirigir a los gobernantes españoles
que, sean del color que sean, han apoyado a los saharauis estando en la
oposición, y los han abandonado al llegar al gobierno”.
Además de la actriz Aitana Sánchez-Gijón, otros 300 españoles
acudieron este año a las arenas del desierto argelino. Y es que este
Festival es una iniciativa de colectivos españoles apoyados por el
Frente Polisario (el representante político del pueblo saharaui).
Durante el acto de clausura, protagonizado por el bailaor y cantante
Tomasito de Jerez, también se distinguió la labor solidaria de Payasos
en Rebeldía, una organización solidaria que ha actuado en lugares como
Palestina y Chiapas, y que en esta ocasión han querido llenar de
sonrisas el desierto.
lunes, 7 de mayo de 2012
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