miércoles, 21 de abril de 2010

Sudamérica: países amigos… pero bien armados.


En apenas un lustro, la región sudamericana aumentó su gasto militar de 30 a 156 mil millones de dólares, un acto que contraviene los pactos firmados por las naciones que integran la UNASUR

En el mundo de nuestros días los países gastan más de un billón de dólares en armamentos, es decir un millón de millones. Como la cifra es imposible de imaginar, al menos recuerde que por minuto gastan más de dos millones de dólares.
Cada año la cifra derivada a la compra de armas se incrementa entre un 4 y un 6%, y casi el 50% de estas compras corre por cuenta de Estados Unidos; país que tiene apenas el 5 % de la población mundial.

¿Y Latinoamérica?
La región también está ‘bien armada’. Sobre todo en el sur, y sobre todo, últimamente.
En los últimos 5 años los países de Sudamérica pasaron de gastar unos 30 mil millones de dólares a unos 156 mil millones de dólares en armamentos, y aunque pudiera argüirse que existen viejos conflictos sin resolver entre diversas naciones del continente, este aumento en la compra de armas va en contra de lo firmado en la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR)
El organismo funciona formalmente desde mayo de 2008 y lo integran Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, Brasil y Venezuela.
Este cuerpo tiene como objetivo construir de manera participativa y consensuada un espacio de integración de unión en lo cultural, social, económico y político, entre sus integrantes, utilizando el diálogo como herramienta fundamental.

Vecinos y socios ¿armados?
Más aún: en marzo de 2009 se creó un “Consejo de Defensa Sudamericano” cuya función es coordinar los esfuerzos militares de sus doce integrantes para encontrar los métodos pacíficos de resolución de controversias, proveer una defensa común y, justamente para evitar que se malgasten recursos económicos en detrimento de las urgencias sociales, tales como la salud, la vivienda y la educación.
Porque la UNASUR también contempla las políticas sociales: la educación, la energía, la infraestructura, la financiación y el medio ambiente.
La idea de fundar este organismo conjunto, se hizo para eliminar la desigualdad socioeconómica lograr la inclusión social, la participación ciudadana y fortalecer la democracia entre países vecinos, amigos y además, socios. La gran pregunta es: ¿Y entonces, por qué la compra de armas?
Fuente: Corresponsal de paz.

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