sábado, 24 de abril de 2010

Demandas concretas y fiesta multicolor cierran la CMPCC.


por Mónica Guzmán.

En el estadio Felix Capriles de Cochabamba se realizó la fiesta de clausura de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climática y los derechos de la Madre Tierra. Un cálido ambiente de alegría, con diferentes colores de banderas, rostros y vestimentas, inspiraron la convergencia en la diversidad, mientras se presentaron las conclusiones de 17 mesas de trabajo.

Pressenza, Cochabamba. Las mesas fueron las siguientes: Causas estructurales; Armonía con la naturaleza; Derechos de la Madre Tierra; Referendum; Tribunal de Justicia Climática; Migrantes Climáticos; Pueblos Indígenas, Deuda Climática; Visión compartida; Protocolo de Kioto; Adaptación, Financiamiento; Desarrollo y transferencia de tecnología; Bosques; Peligros del Mercado de Carbono; Estrategia de acción; Agricultura y soberanía alimentaria.
A su vez, se redactó un “Acuerdo de los Pueblos”.
Ambos documentos, además dejan en claro que el cambio climático se ha reducido a un problema respecto a la elevación de la temperatura sin cuestionar la causa, que es el sistema capitalista, bajo el que la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen por lo que tienen y no por lo que son.
Demanda y exige claramente al Entendimiento de Copenhague: El rechazo al “Entendimiento de Copenhague”, que permite a los países desarrollados ofertar reducciones insuficientes.
A los Estados Unidos de Norte América: Que ratifique el Protocolo de Kioto. Parando con el aumento de sus emisiones, que durante el periodo 1990 al 2007, se incrementaron en un 16,8%; “emitiendo como promedio entre 20 y 23 toneladas anuales de CO2 por habitante, lo que representa más de 9 veces las emisiones correspondientes a un habitante promedio del Tercer Mundo, y más de 20 veces las emisiones de un habitante de África Subsahariana".
A los países desarrollados: Que restablezcan a los países en desarrollo el espacio atmosférico que está ocupado por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica la descolonización de la atmósfera mediante la reducción y absorción de sus emisiones. Que asuman los costos y las necesidades de transferencia de tecnología de los países en desarrollo por la pérdida de oportunidades de desarrollo por vivir en un espacio atmosférico restringido. Que se hagan responsables por los cientos de millones que tendrán que migrar por el cambio climático que han provocado y que eliminen sus políticas restrictivas de migración y ofrezcan a los migrantes una vida digna y con todos los derechos en sus países. Que asuman la deuda de adaptación relacionadas a los impactos del cambio climático en los países en desarrollo proveyendo los medios para prevenir, minimizar y atender los daños que surgen de sus excesivas emisiones. Que honren estas deudas como parte de una deuda mayor con la Madre Tierra adoptando y aplicando la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en las Naciones Unidas.
Luego de la presentación de las conclusiones, en el acto de cierre tomaron la palabra representantes de Cuba, de Nicaragua, así como los presidentes de Venezuela y Bolivia, Hugo Chávez y Evo Morales.
En su intervención Hugo Chávez, rescató “el espacio que Evo brindó para que las naciones se acerquen” en el marco de la unidad de los pueblos. En el caso de Evo Morales, el Presidente rescató la participación de la gente y señaló “Las bases militares no garantizan la paz, son en cambio un control político para saquear los recursos naturales”.
Evo Morales destacó además que sin importar de donde viene la gente, uno puede comprender profundamente la necesidad de una igualdad de oportunidades entre todos los habitantes del planeta y tomar acciones: “Existen jóvenes cuyo medio es fuertemente capitalista y que dicen: a mi no me gusta la cara de Evo pero sí su política y se van a la comunidades a realizar acciones. Esa es la juventud revolucionaria”.

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