sábado, 2 de junio de 2012

Mubarak fue condenado a cadena perpetua por la muerte de más de 800 manifestantes.

El Tribunal que juzgó en El Cairo al ex presidente egipcio Hosni Mubarak lo sentenció a cadena perpetua por la muerte de más de 800 manifestantes durante las protestas que llevaron a su destitución en 2011.

Cabe destacar que la fiscalía solicitó hoy la pena de muerte para el "Rais" (título utilizado por los gobernantes de musulmanes en estados de Medio Oriente), por lo que los abogados del Ministerio Público podrán ahora apelar la sentencia, reportó la agencia DPA.
Por su parte, el jefe del equipo de abogados de Mubarak, Farid al Deeb, citado por Europa Press, anunció que tienen intención de recurrir la sentencia emitida por el Tribunal Penal de El Cairo por la que se condenó a Mubarak a cadena perpetua.
Al Deeb explicó al diario cairota Al Masry al Youm que hay errores en la argumentación de la sentencia que sirvieron de base para la condena, por lo que trasladarán el caso al Tribunal de Casación, máxima instancia del sistema judicial egipcio.
Mubarak es el primer jefe de Estado árabe que responde ante la justicia de su propio país luego del inicio de las revueltas de la "Primavera Arabe".
El ex ministro del Interior, Habib al Adli, juzgado en el mismo proceso, también fue condenado a prisión perpetua, en cambio, la corte desestimó los cargos de corrupción contra Mubarak y sus dos hijos, Alaa y Gamal.
La justicia egipcia también declaró inocentes a seis ex jefes de seguridad por las muertes durante las revueltas, alegando que se limitaron a cumplir órdenes.
Fuera de la sala, los opositores estallaron en júbilo en un principio al conocer el veredicto. Sin embargo, dentro del tribunal se produjeron escenas de violencia y caos porque algunos opositores esperaban la pena de muerte para el ex presidente, sobre todo tras el anuncio de que quedaban libres de culpa Alaa y Gamal.
Los familiares de las víctimas denunciaron lo leve de la sentencia, ya que podría haberse dictado pena de muerte contra Mubarak y sus subalternos.
"Tendría que morir, igual que mi hijo", exigió Sanaa Saeed, padre de Moez al Sayed, muerto de un disparo en la plaza Tahrir durante las protestas contra Mubarak. "Necesitamos la ejecución. Lo van a dejar escapar. No hay justicia en este país", se lamentó, según informó Europa Press.
Precisamente en Tahrir ya se concentraron miles de manifestantes para mostrar su discrepancia contra la sentencia de los tribunales, considerados afines al antiguo régimen. "Es teatro, teatro", coreaban los manifestantes.
Mientras, en Alejandría, segunda ciudad del país, los manifestantes se concentraron en el centro de la ciudad para exigir una purga en la judicatura y la aplicación de la sharía o ley islámica.
En tanto, el Comité de Campaña presidencial de los Hermanos Musulmanes resaltó hoy su desaprobación con la sentencia a cadena perpetua contra Mubarak, quien debería ser juzgado con pruebas más contundentes que condenen al ex dirigente por asesinato, en lugar de por inacción a la hora de impedir las muertes de los manifestantes contra su régimen en 2011, como terminó sucediendo
"El fiscal no llevó a cabo totalmente su labor a la hora de reunir las pruebas necesarias para acusar directamente a Mubarak de asesinar a manifestantes", se lamentó el portavoz de la campaña del candidato islamista, Mohamed Mursi, Yaser Ali.
Por su parte, el candidato presidencial, Ahmed Shafiq, último premier de Mubarak, aseguró que si resulta electo presidente no intentará revocar la sentencia a cadena perpetua a la que fue condenado el ex presidente.
Shafiq se quiere desvincular de las críticas que lo señalan como el sucesor de facto del derrocado régimen egipcio que terminó el año pasado, luego de más de 30 años.
"Queremos saber quién dijo que Shafiq iba a perdonar a Mubarak si se convertía en presidente. Shafiq no se inmiscuirá en la Judicatura", hizo saber su Comité de Campaña a través de un mensaje en su página oficial de Facebook, recogido por el diario egipcio Al Ahram.
Mubarak, de 84 años, siguió la audiencia desde una camilla, y cuando fue anunciada la sentencia permaneció tranquilo.
El juez Ahmed Refaat, presidente del tribunal, inició la audiencia con un discurso en el que calificó los casi 30 años de gobierno de Mubarak como una "era oscura" y calificó a la llamada "revolución del 25 de enero" como el "amanecer" de una nueva etapa.
Tras la lectura de la sentencia, Mubarak fue trasladado hoy a la unidad de cuidados intensivos de la cárcel de Tora, en las afueras de El Cairo, informó la emisora Al Arabiya.
Mientras tanto, en varias ciudades se produjeron protestas contra la sentencia. La mayoría de los manifestantes en El Cairo, Alejandría y Suez criticaron que no haya sido condenado a la pena de muerte, como pedía la fiscalía.
Tras hacer carrera militar, el comandante de la Fuerza Aérea, que en la guerra de Yom Kipur comandó una escuadrilla de aviones cazas, ascendió primero a la vicepresidencia, donde se ganó el apodo de "La Vache qui rit" (la vaca que ríe), porque cuando aparecía junto al entonces presidente, Anwar al Sadat, lo hacía con una sonrisa tonta dibujada en el rostro.
Luego del asesinato de Sadat, Mubarak lo sucedió y se convirtió en jefe de Estado en 1981.
Apostó por la apertura económica sin democratización. Y apartó enseguida a los políticos que le parecía que se hacían demasiado populares, como el entonces ministro del Exterior, Amre Musa.
Mubarak, apodado "el faraón" y que a los 84 años se seguía tiñendo el pelo de negro intenso, fue obligado a renunciar en febrero del año pasado por el Ejército.
Antes, inspirados por la revuelta en Túnez, decenas de miles de egipcios salieron a la calle para pedir su dimisión al grito de: "¡Desaparece!".
El 11 de febrero del año pasado dejó El Cairo y se marchó a su casa vacacional en Sharm el Sheij, pero su estancia allí no duró mucho.
Como presidente del país árabe, Mubarak entendió rápidamente la necesidad de solucionar conflictos regionales y se convirtió durante décadas en mediador en el conflicto palestino-israelí, un papel alabado por muchos gobiernos occidentales que después lo dejaron caer.
Fuente: Télam.

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