martes, 12 de junio de 2012

El rescate financiero a España no disipa las dudas y muchos creen que habrá un nuevo salvataje.

El rescate financiero por 100 mil millones de euros que la Unión Europea le otorgó al gobierno español de Mariano Rajoy, no alcanzó para restablecer la confianza de la gente y de los mercados en la economía de ese país.

Referentes de la oposición, como el portavoz del Grupo Parlamentario Catalán (CiU) en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, sostuvo que el rescate concedido "era una medida necesaria dada la situación, pero en absoluto es suficiente".
Por su parte, el secretario general de los socialistas. Alfredo Pérez Rubalcaba manifestó su desconfianza porque los 100.000 millones de euros otorgados no suponga ninguna imposición de más ajustes macroeconómicos.
En tanto, el referente de Izquierda Unida Cayo Lara consideró que "no hay duda de que vamos a tener que pagar una deuda que no es nuestra y sus intereses antes que tener un Estado del bienestar, por mucho que digan que sólo afecta al sistema financiero".
En la misma línea, Francisco Jorquera, diputado de los nacionalistas gallegos BNG, aseguró que más que un salvataje es un "saqueo" al pueblo, y advirtió que traerá "más recortes de derechos económicos y sociales".
Asimismo, una encuesta realizada por el diario español La Vanguardia refleja cuál es la expectativa de los ciudadanos de ese país respecto a la situación que devendrá con el rescate.
El 75% de los consultados estimó que el rescate es parcial y no evitará que pronto haya uno más completo.
Por su lado, los mercados abrieron este martes presionando la deuda española al alza ante los temores a que el gobierno español tenga problemas para devolver el dinero por las perspectivas negativas del país y las condiciones de las ayudas.
A estas dudas se suman las tensiones vinculadas a una eventual salida de Grecia de la zona euro tras las elecciones del próximo domingo 17 de junio, escenario para el que los ministros de finanzas del Eurogrupo contarían ya con un plan de contención.
Ese plan, según fuentes europeas citadas por la prensa española e internacional, contempla un “corralito”, controles fronterizos y de capital.
Toda las miradas están puestas en Grecia porque allí se juega el futuro del euro y los planes de austeridad sobre los que se sustentan las ayudas europeas a los países rescatados, coinciden analistas.
Europa “tiene menos de tres meses” para salvar al euro, aseguró hoy la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien pidió “determinación política” a los líderes europeos en este momento clave, según declaraciones realizadas a la cadena estadounidense CNN.
Con Grecia como telón de fondo, los mercados recibieron ayer la ayuda europea a España con un inicial entusiasmo que se fue diluyendo a lo largo del día a falta de que se concreten los detalles del rescate y los rumores surgidos en Bruselas respecto a las condiciones que se impondrán al gobierno de Mariano Rajoy a cambio de los 100.000 millones de euros para sanear a la banca.
El acuerdo para el rescate sigue generando dudas. La Bolsa de Madrid (Ibex-35) se mueve desde el arranque entre el rojo y verde con una variación de menos de un 1%.
El mercado de deuda mantuvo, en cambio, una clara tendencia ascendente que empujó el riesgo país o prima de riesgo de España –diferencial entre el rendimiento del bono español a diez años y el alemán al mismo plazo- hasta los 532 puntos básicos, más cerca del máximo histórico de 547 puntos que del mínimo de la víspera, cuando llegó a bajar a 460 puntos.
El rendimiento de los bonos a diez años se situó en el 6,5%, acercándose a la frontera del 7% en la que se considera que el costo de financiarse en el mercado es demasiado alto.
En el actual escenario económico adverso, los inversores temen que el Ejecutivo español no pueda asumir sus compromisos de deuda si Europa establece la obligación prioritaria de pagar la deuda europea, con lo que ellos quedarían en segundo lugar en caso de impago, como revelaron fuentes europeas, citadas por la prensa española.
Por otro lado, Bruselas y Alemania dejaron claro que el préstamo europeo es para el Estado y que, a cambio del dinero, el Ejecutivo de Rajoy deberá cumplir exhaustivamente con el objetivo de déficit y las reformas recomendadas o dejará de recibir los fondos, según fuentes comunitarias citadas por la prensa española.
Un director gerente de la agencia de calificaciones Fitch, Ed Parker, aseguró hoy que España “incumplirá sus objetivos de déficit público en 2012 y 2013 por un margen considerable”.
De ahí que “la tónica del mercado respecto al país es todavía muy frágil”, indicó este analista, citado por la prensa española.
El intento de Rajoy por presentar el rescate como una victoria del Ejecutivo, que consiguió un préstamos para la banca sin contrapartidas en términos de política macroeconómica, pronto chocó con las informaciones provenientes de Bruselas, que aunque contradictorias, desmienten su rescate “suave”.
En este contexto, la oposición española rechazó de plano la "ayuda" financiera para los bancos, que consideran un escandaloso premio a los excesos del sistema financiero que tendrán que pagar los ciudadanos, que aumentará la deuda del Estado y que podría derivar en nuevos ajustes que no están dispuestos a tolerar.
Por lo tanto, pese a que el derechista Partido Popular (PP) de Rajoy cuenta con una amplia mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, el rescate a España se encamina a enfrentarse a una fuerte contestación social, encabezada por las centrales obreras y el movimiento de los indignados que ya demostraron una gran capacidad de reacción.
Fuente: Télam.

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