lunes, 12 de diciembre de 2011
SALVAR EL EURO, PERO NO A CUALQUIER PRECIO.
América Latina observa con cautela la crisis económica por la que atraviesa la Unión Europea. La debilidad actual de la moneda única europea hace que el dólar regrese a dominar las preferencias de los latinoamericanos.
La calma no ha llegado a los mercados financieros tras la cumbre europea de la pasada semana, en la que 26 de los 27 países de la Unión Europea se acercaron hacia un pacto fiscal que consiga aliviar la crisis económica en la que se encuentra la región. Los europeos se pusieron de acuerdo para reforzar la disciplina presupuestaria para salvar la zona euro. Todos los países de la UE aceptaron revisar los tratados europeos, excepto Gran Bretaña.
Sin embargo, la agencia Moody considera que la reunión de Bruselas no produjo medidas políticas decisivas y ha amenazado con revisar las calificaciones de crédito de todos los estados de la UE en los próximos tres meses. Las bolsas europeas han abierto a la baja.
Desde Brasil, el economista Marcos Arruda, coordinador del instituto de Políticas Alternativas para el Cono Sur, dice a Radio Nederland que esta crisis se ve sobre todo como una crisis de la deuda, que recuerda al endeudamiento que afligió a los países de América Latina en los años 80 del siglo pasado.
“El problema es que el sistema financiero, tal como está estructurado en el mundo es insostenible, a mediano plazo nadie escapa del vértice que es la deuda”, explica Arruda, quien añade que el hecho de que los gobiernos del hemisferio norte frente a la crisis financiera de 2007-2008 usaran recursos y fondos públicos para salvar a los bancos privados y también algunas empresas públicas que entraron en crisis, hizo que se vaciaran los cofres de los gobiernos y, pasado un tiempo, se quedaran sin dinero para pagar sus propias deudas.
Moneda amenazada
Marcos Arruda defiende la idea de la Unión Europea como un modelo de integración: “La Unión Europea es un paso muy importante adelante en la historia de la Humanidad”, asegura, y considera imprescindible que se encuentre una solución a la actual crisis de la eurozona. Arruda también alaba la existencia de una moneda común, aunque, en su opinión, “no es sabio que se hayan eliminado las monedas nacionales. Yo creo que una diversidad monetaria también es importante, puede convivir con una moneda regional”, y pone como ejemplo lo que han hecho los países del ALBA, que utilizan el sucre como moneda alternativa al dólar y al euro.
En términos de la ventaja de tener una moneda única, el economista brasileño no tiene dudas sobre las bondades del euro, y por eso cree que hay que salvarlo y reforzarlo, “pero sería muy interesante permitir que los países de la UE restablecieran sus propias monedas y pudieran tener una doble contabilidad, una hacia dentro y otra hacia fuera”.
Población descontenta
Así las cosas, los ciudadanos de los países que han anunciado ya sus planes de ajuste se preparan para protestar contra las medidas de austeridad adoptadas por sus respectivos gobiernos. En Grecia y en Portugal la población ya ha salido a las calles, y los italianos se preparan para iniciar una semana de movilizaciones contra los planes del primer ministro italiano Mario Monti.
En opinión de Marcos Arruda, los gobiernos y las instituciones europeas se están resistiendo a cambiar las reglas del juego, y ese es el problema más grave que atenaza a Europa. “Los gobiernos están más que todo aliados con los bancos y no quieren reconocer la responsabilidad de los bancos con la crisis”, subraya.
Fuente: Radio Nederland.
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