Los pensamientos me presionan una y otra
vez, independien- temente de que trate de hacerlos a un lado: “Pero este
es mi país. Tengo derecho a vivir aquí aunque no haya espacio para toda
esa gente de esos países pobres, aquí en “nuestro lado”. Repetidamente
me confronto con pensamientos como este, o peores, en mí y también entre
la gente más progresista que me rodea.
Pero yo no elegí haber nacido en
Alemania, así como los demás tampoco eligieron nacer en Siria o Gana.
Cómo puede ser que en un mundo interconectado por Facebook, Twitter etc…
donde todos tenemos contactos con alguien de África o Asia y por lo
tanto todos sabemos cómo son las condiciones allí, cómo puede ser que
todavía no esté claro de que prácticamente todo tiene que cambiar! No
puede seguir esta situación en la que tanta gente no tiene nada y tan
pocos tienen prácticamente de todo.
¿Cómo vamos a considerar en 50 años más
esta parte de la historia europea? ¿Cómo juzgaremos el modo en que
estamos tratando a la gente que no ve perspectivas para su futuro en sus
países de origen y arriesgan todo para encontrar un lugar en “nuestro
lado”?
¿Cómo podemos reforzar la conciencia sobre el hecho de que no siempre hemos sido los “triunfadores”?
¿Cómo poder reconocer nuestra
parte en la responsabilidad por todo ésto – al menos desde un punto de
vista estadístico electoral – hemos contribuido a la política, que
activamente ha promovido los conflictos de los que la gente está
escapando actualmente – ya sea ejerciendo directamente influencia
política o militar, a través de alianzas políticas y militares o por el
comercio de armas?
¿Cómo podemos asumir que los que toman las decisiones y los que se benefician con ellas en todos los
países – sean corruptos o no – están básicamente de acuerdo y trabajan
juntos bastante bien, mientras que la gran mayoría de la población sufre
los efectos de sus controvertidas prácticas?
Lo que importa es que comprendas que no has elegido ningún bando
¿No sería un buen comienzo admitir que
por pura casualidad nací en “este lado”? ¿Si no pude elegir
conscientemente mi bando, cuál es el fundamento de mis derechos de “este
lado”?
Tal vez ahora, con tanta gente que se
moviliza hacia un mundo mejor, todos tenemos posibilidades de acercarnos
a una Nación Humana Universal.
Autor: Martia Simón
Fuente: Pressenza
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