La estación ferroviaria Keleti empezó a recuperar un aspecto normal
después de que las autoridades permitieron a los refugiados varados
allí. En el límite con Serbia, el gobierno húngaro levanta un muro
fronterizo.
La estación ferroviaria Keleti, de Budapest, empezó a recuperar hoy un
aspecto normal después de que las autoridades permitieron a los
refugiados varados allí tomar trenes a Europa del Norte, mientras entre
dos y tres mil refugiados diarios siguen cruzando el límite con Serbia
donde Hungría alza un muro fronterizo.
Centenares de refugiados empezaron a subir, ordenadamente, a trenes que
parten cada dos horas hacia la frontera occidental de Hungría después de
que el primer ministro, Viktor Orban, los abrió al éxodo desesperado de
la "ruta balcánica" que lleva del Egeo al Danubio en ruta a Alemania.
Entretanto, autoridades húngaras interceptaron hoy 2.706 refugiados en
la frontera con Serbia y se espera que en los próximos días este número
aumente, ante los miles que han llegado recientemente a Macedonia y
Serbia y pronto encontrarán allí un muro elevado por Budapest.
Frente al caos que caracterizó la estación Keleti en las últimas
semanas, hy los refugiados estaban bien organizados, haciendo filas en
la planta baja de la estación para subir en grupos a los andenes y luego
a los trenes, según informó la agencia de noticias EFE.
En la estación, los voluntarios del grupo Migration Aid, organizado en
la red social Facebook, ayudan en la comunicación entre los inmigrantes y
los policías que dejan pasar a los grupos solo en función de los
lugares libres en cada tren.
Una voluntaria, Réka Kovács, explicó a EFE que las autoridades en ningún
punto del viaje controlan los documentos de los refugiados "ni en la
frontera, ni en Austria o Alemania".
En Serbia, la adjunta al comisario del Gobierno para Refugiados y
Migraciones, Danijela Popovic Roko, señaló que diariamente llegan a
Serbia entre 2.000 y 3.000 refugiados, en su mayoría provenientes de
zonas de conflicto en Oriente Medio.
Los migrantes entran usualmente por Macedonia y siguen viaje hacía
Hungría y el resto de la Unión Europea (UE). Últimamente se registra un
aumento de personas que entran desde Bulgaria, agregó Popovic Roko en
una entrevista a la TV pública RTS.
Además, Serbia está preparando planes de contingencia para enfrentar los
problemas que planteará en el próximo invierno la valla que está
construyendo Hungría en la frontera y un eventual aumento de la
afluencia de refugiados de Siria, Irak, Afganistán y otros países.
Para Roko, "la respuesta al problema debe ser global y planeada con los demás estados de la región".
A su vez, el director del Centro de protección y ayuda a solicitantes de
asilo, Rados Djurovic, declaró que en Serbia puede haber entre 15.000 y
20.000 refugiados que permanecen en el país por un máximo de tres a
cinco días.
"Todavía la valla del lado húngaro no ha detenido a la gente. Salen muy
rápido de Serbia, buscan la ocasión cuanto antes, antes de que se acabe
la valla, el obstáculo húngaro, para entrar en la UE y alcanzar
Alemania", señaló Djurovic.
Según datos oficiales, el Ministerio del Interior serbio ha registrado
en lo que va de año más de 120.000 refugiados que han pasado por Serbia
hasta ahora. Sólo unos 500 de ellos han expresado la intención de
quedarse en este país.
Fuente: Télam
martes, 8 de septiembre de 2015
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