jueves, 10 de septiembre de 2015

Convocan a un pedido conjunto por el fin de la violencia y la unión de los pueblos

Desde las comunidades de El Mensaje de Silo y diferentes organizaciones del Movimiento Humanista se convoca a los ciudadanos del mundo “para unirnos en un pedido profundo por el fin de la violencia y la unión de los pueblos”. Se invita a participar de esta actividad a realizarse el jueves 10 de septiembre en la que se propone extender un pedido profundo desde diferentes ciudades en simultáneo. En la Ciudad de Buenos Aires la cita será a las 12 horas en el Obelisco, donde tendrá lugar un “pedido conjunto de bienestar por el pueblo de Siria”.
Los convocantes dieron a conocer un extracto de la charla de Silo dada en mayo de 2004 en Punta de Vacas que sirve como encuadre a la convocatoria:
“Algo hay que hacer”, se escucha en todas partes. Pues bien, yo diré que hay que hacer, pero de nada valdrá decirlo porque nadie lo escuchará.
Yo digo que en el orden internacional, todos los que están invadiendo territorios deberían retirarse de inmediato y acatar las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas.
Digo que en el orden interno de las naciones se debería trabajar por hacer funcionar la ley y la justicia por imperfectas que sean, antes que endurecer leyes y disposiciones represivas que caerán en las mismas manos de los que entorpecen la ley y la justicia.
Digo que en el orden doméstico la gente debería cumplir lo que predica saliendo de su retórica hipócrita que envenena a las nuevas generaciones.
Digo que en el orden personal cada uno debería esforzarse por lograr que coincidiera lo que se piensa con lo que se siente y lo que se hace, modelando un vida coherente y escapando a la contradicción que genera violencia.
Pero nada de lo que se diga será escuchado. Sin embargo, los mismos acontecimientos lograrán que los invasores se retiren; que los duros sean repudiados por las poblaciones que exigirán el simple cumplimiento de la ley; que los hijos recriminen a sus padres su hipocresía; que cada uno se recrimine a sí mismo por la contradicción que genera en sí y en los que lo rodean.
Estamos al final de un obscuro período histórico y ya nada será igual que antes. Poco a poco comenzará a clarear el alba de un nuevo día; las culturas empezarán a entenderse; los pueblos experimentarán un ansia creciente de progreso para todos entendiendo que el progreso de unos pocos termina en progreso de nadie. Si, habrá paz y por necesidad se comprenderá que se comienza a perfilar una nación humana universal”.
Fuente: Pressenza

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