La Presidenta agradeció hoy el apoyo de los países que avalaron el proyecto argentino de deudas soberanas y
a los que no lo hicieron por “recibir presiones”. Resaltó que con la
iniciativa, nuestro país “cumplió con su responsabilidad solidaria y
política”.
La Presidenta saludó la aprobación brindada por la Asamblea General de
la Organización de las Naciones Unidas a los principios generales para
la instrumentación de procesos de reestructuración de deudas soberanas,
al tiempo que aseguró que “es un logro de los 40 millones de argentinos
para el mundo entero”, debido a que permitirá que los países no sufran
los padecimientos de la Argentina a causa de los fondos buitre.
“Muchas veces los gobiernos tienen como obligación principal responder a
las necesidades de su pueblo, y así debe ser", afirmó la mandataria en
un mensaje emitido esta noche por cadena nacional, pero precisó que
"Argentina no solamente ha ejercido su responsabilidad frente a sus
compatriotas", sino que "ha ejercido su responsabilidad solidaria hacia
el resto de los pueblos y su responsabilidad política ante el orden
económico internacional”.
Recordó que hace un año “a raíz de una iniciativa nuestra que ha tenido
una pronta acogida, el Grupo de los 77+China comenzó a elaborar este
proceso que culmina hoy con esta exitosa votación" que va a regir "la
restructuración de las deudas soberanas de todos los países del mundo”.
Y estos principios generales -que tienen carácter no vinculante para las
naciones que no lo quieran instrumentar- “es obra de lo que nos pasó a
los argentinos, porque haber vivido tragedias como el 2001, cuando el
mundo nos soltó la mano” y que permitió disparar “el accionar de los
fondos buitre, depredando a la Argentina y tratando de depredar también
al mundo” con la deuda en situación de default.
La jefa del Estado destacó los nueve principios que alientan este nuevo
procedimiento y agradeció el voto positivo de 136 países en el marco de
la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada hoy, en la que
participaron el canciller Héctor Timerman y el ministro de Economía,
Axel Kicillof.
El resultado de la votación también arrojó 41 abstenciones y 6 votos en
contra, 5 menos que las 11 que en su momento se pronunciaron en contra
de este tipo de medidas en el seno de la ONU.
“Entre los Principios más importantes están el reconocimiento de la
soberanía de los Estados para reformular sus políticas macroeconómicas y
por lo tanto, reestructurar sus deudas”, destacó Cristina.
Junto a éste, destacó el principio de la inmunidad soberana, “para que
nadie intente embargar embajadas, bancos centrales, instalaciones
militares, como nos pasó con nuestra Fragata Libertad”.
También el tratamiento equitativo de los deudores “porque no puede haber
aquellos que cobren dos pesos, y otros miles de millones por haber
especulado con los papeles una vez que el país cayó en default”.
Fernández de Kirchner consideró como “clave de este procedimiento” que
es la restructuración de la deuda “se apruebe por mayoría, lo que es
también un ejercicio de la democracia”.
La Presidenta recordó que Argentina en sus dos reestructuraciones “ha
obtenido la voluntad de más del 92 por ciento de sus acreedores" y
contrastó esto con lo que sucede "en cualquier legislación del mundo, de
cualquier país, cuando quiebra una empresa, o inclusive, en los propios
Estados Unidos, que admiten la quiebra de los municipios, con un 66 por
ciento de acuerdo de los acreedores, es suficiente para que ese acuerdo
rija para la totalidad”.
En el caso argentino, a pesar de que el 92 por ciento de los acreedores
ingresaron al canje, el juez Thomas Griesa dio curso a la presentación
de los fondos buitre por el 100 por ciento de la deuda, con títulos en
default en su poder equivalentes a algo más del 1 por ciento del total.
En ese marco, Cristina criticó la actuación de la Justicia
estadounidense que avaló la demanda de los fondos buitre contra
Argentina y que obliga al país a pagarle a estos tenedores de bonos en
default unos 1.600 millones de dólares.
A la vez, Cristina agradeció a los 136 países que acompañaron la
iniciativa, como así también a las 41 naciones “que se han abstenido,
porque sabemos que hay presiones, sabemos de las necesidades,”
Y a los seis países que votaron en contra, les dijo: "llegará el día en
que se darán cuenta que se podrán hacer determinadas cosas muy feas para
la totalidad de la humanidad por un tiempo, pero que no se puede
afectar a toda la humanidad durante todo el tiempo”.
Los seis países que votaron en contra fueron Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Israel, Alemania y Japón.
“Valió la pena tanta discusión y debate, valió la pena dar la pelea",
subrayó y también llamó a “felicitarnos a nosotros, a todos los
argentinos, porque este es un logro de los 40 millones de argentinos
para el mundo entero”.
Fuente: Télam
viernes, 11 de septiembre de 2015
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