Por: Gabriela Amaya
Fuente: Pressenza
Entrevistamos a Ramón E. Rojas Hernández, director del Servicio
de Deportes de la Universidad de La Laguna, con motivo de su
participación en la Universidad de Verano de Adeje (Tenerife), y
promotor de este programa de promoción de la igualdad y la no violencia
en el deporte universitario.
Pressenza.- ¿Puedes explicarnos cómo surge
la idea de poner en práctica este tipo de acciones de promoción de la
igualdad y la no violencia en la competición universitaria.
Ramón E. Rojas Hernández.- En el curso 2010-11 el
rector de la Universidad de La Laguna, nos pide a través de la Unidad de
Igualdad de la institución que emitamos un informe1 de cómo se está
aplicando el principio de igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito
del deporte y la actividad física universitaria, y ahí caemos en cuenta
que tanto desde el punto de vista de la oferta o programación deportiva
como presupuestario está desproporcionada la promoción del deporte
competición, que se identifica más con un practicante varón, respecto
del deporte ocio o de recreación que responde mejor al gusto de la
mujer. Esa observación y análisis nos permite corregir el desbalance que
existe a partir del curso siguiente aumentando la oferta de actividades
regladas y dirigidas por personal técnico cualificado de las que son
usuarias las mujeres así como el monto presupuestario dedicado a ello y a
dotar de material y equipamiento deportivo complementario.
Paralelamente, vamos observando que en la competición interna
universitaria, aumentan los conflictos y las situaciones de agresividad,
sobre todo verbal, entre jugadores y de estos hacia los jueces y
árbitros, por lo que en el curso 2012/13 nos planteamos dentro del
equipo de técnicos de gestión deportiva que forma el Servicio de
Deportes que coordino, la posibilidad de implementar acciones que en
lugar de penalizar, refuercen conductas positivas de juego limpio y de
integración de la mujer también en este ámbito, dominado mayormente por
el género masculino, pero que tenga consecuencias en la clasificación,
es decir, que no sea solo el resultado lo que de puntos en la tabla
clasificatoria, sino también que se puntúe porque no se le señale al
equipo ningún tipo de amonestación, sea en forma de tarjeta o técnica
descalificante, según estemos hablando de un deporte o de otro.
Y eso fue lo que hicimos, elaboramos una nueva normativa2 que
regulaba la competición universitaria teniendo en cuenta que la
clasificación puntuara el resultado y el juego limpio. Este curso
cumplimos el tercero aplicándola. Destacar que es una normativa
dinámica, que se va mejorando cada curso con la participación de los
alumnos, con quienes consensuamos todos los detalles.
Pressenza.- Y este asunto se lleva como
ponencia a un curso denominado “Por un deporte sin violencia” dentro del
marco de la Universidad de Verano de Adeje (UVA)3, que organizan
conjuntamente este municipio sureño con la Universidad de La Laguna
RERH.- Así es, la profesora Patricia Pintor Díaz,
directora del curso, nos invitó a participar dentro de un panel de
ponentes muy completo que quien lo desee puede consultar en el enlace al
programa del curso completo. El martes pasado desarrollamos nuestra
ponencia frente a 28 alumnos, mayormente maestros, entrenadores y
alumnos universitarios de diversas carreras en una de las aulas del
Complejo Deportivo municipal “Las Torres” de Adeje.
La exposición tuvo dos objetivos:
Dar a conocer cómo fomentamos el deporte sin violencia y la no
discriminación sexual, mediante el refuerzo de conductas positivas,
incorporando nuevos criterios de puntuación para determinar la
clasificación en las competiciones internas de la Universidad de La
Laguna.
Y reflexionar y experimentar con ciertas herramientas que les permitan
tener una mayor comprensión del fenómeno de la violencia y de cómo
tratar de superarla en uno mismo.
La primera parte de la misma consistió en la presentación de esta
experiencia de aplicación del refuerzo positivo de conductas en el
deporte competición universitario.
Y en la segunda parte realizamos un taller práctico de descubrimiento
de las virtudes personales que consiste básicamente en detectarlas y
tratar de ver también las virtudes o cualidades que los demás ven en mi y
yo veo en los demás. El objetivo del taller es el de experimentar la
diferencia que hay entre la actitud o mirada negativa que solemos
mantener, que solo ve defectos y errores, que es la que mayormente
practicamos en todos los ámbitos de la vida, frente a una actitud
positiva apoyada en las virtudes o cualidades reales que tengo y que
otros me ven también y desde la cual también miro a los demás destacando
sus virtudes por sobre cualquier otro rasgo negativo.
Pressenza.- ¿Cómo visualizas el fenómeno de la violencia hoy?
RERH.- Este mundo en el que vivimos es un lugar muy
violento. No estamos hablando simplemente sobre las formas más obvias de
violencia física, como la guerra, el terrorismo, la violencia
doméstica, de género, etc. También estamos hablando sobre formas más
sutiles de violencia, por ejemplo, la violencia económica -conocida como
explotación, trabajo forzado de los niños, inseguridad laboral, etc.
Hay también una violencia psicológica –cuando hay intolerancia,
discriminación, etc.-; una violencia sexual – cuando se da una
violación, desigualdad sexual, etc.
Podríamos continuar con otros tipos como la violencia religiosa,
violencia cultural, violencia racial, fobia a la homosexualidad, y un
largo etcétera.
Para empezar a entendernos, definiremos a la violencia, como algo que
causa dolor y sufrimiento en los seres humanos y que no puede resolverse
por los adelantos de la ciencia y la medicina.
Usamos la violencia para imponer nuestra voluntad a otro u otros a costa
de no contemplar ni respetar la libertad de opción de los demás.
Tratamos a los demás objetalmente y nosotros también nos convertimos en
objetos al instrumentalizar la humanidad propia y la de los demás.
La violencia ha penetrado también en el deporte, obviamente, al ser un
subsistema dependiente del sistema mayor, que es estructuralmente
violento, ya que unos pocos imponen a la mayoría todo tipo de
injusticias.
Ganar a cualquier precio, dejar participar sólo a los “mejores”,
discriminando al bajito o al gordito o a la niña o al que tiene gafas,
agredir física o verbalmente a los jugadores del otro equipo o a los
árbitros, realizar insultos xenófobos, sexistas o racistas, producir
lesiones de manera intencionada al contrario, dejarse ganar a cambio de
prebendas, son sólo una muestra de la gran variedad de ejemplos de
violencia que existen en este ámbito.
Pressenza.- ¿Es inevitable la violencia?
La violencia no es un fenómeno natural como podría serlo el rayo o la lluvia y el viento.
La violencia es evitable y se la puede ir ganando terreno hasta
hacerla desaparecer completamente. Porque creemos que la violencia es un
error de conducta y se aprende, también creemos en la necesidad de
aprender la no violencia como metodología de acción social,
interpersonal y personal.
Desde el punto de vista de la libertad humana, no es lo mismo creer
que el ser humano desarrolla su vida como respuesta refleja o pasiva
frente a las condiciones y acontecimientos que la rodean, que creer que
el ser humano modifica y crea intencionalmente tales condiciones y
acontecimientos. Nosotros adherimos a la segunda opción, consideramos
que el ser humano tiene intención y capacidad intencional de cambiarse a
él mismo y cambiar todo lo que le rodea en mutua interdependencia e
influencia.
Desde nuestro punto de vista, hoy está tan arraigada la creencia en que
es inevitable la violencia, que caminar hacia la no violencia requiere
de cambios profundos en la sociedad y en el individuo de manera
simultánea.
Pressenza.- ¿Crees que las medidas que se han puesto en práctica en las competiciones universitarias van a terminar con la violencia?
RERH.-No creemos que, solo, con este tipo de medidas
se consiga tal objetivo, ojalá fuera tan fácil acabar con la violencia y
la discriminación, no solo en el deporte sino en cualquier ámbito de la
vida humana, sea personal, interpersonal o social a cualquier escala.
Pero por algún lado habrá que empezar a concienciar individualmente y
grupalmente sobre este grave problema, este es solo un pasito más.
Resolver cualquier conflicto mediante una conducta violenta, se ha
demostrado que no sirve, no solo no resuelve el problema sino que lo
agudiza y promueve que la respuesta de vuelta también sea violenta. La
violencia produce más violencia.
Si básicamente tuviéramos en cuenta la eficacia, comprenderíamos que
responder violentamente es absolutamente ineficaz. Si además tenemos en
cuenta el daño y sufrimiento que produce ejercer la violencia sobre los
demás, que, sin embargo, es la consecuencia peor y la que nos motiva,
precisamente, a evitarla, queda claro que el uso de la violencia solo
trae inconvenientes que no solo quedan referidos a las personas
involucradas, sino que a modo de enfermedad infecciosa, va afectando
negativamente a todos los que me rodean.
Reconocer que la violencia está en mí, no solo como alguien que la
recibe, sino también como alguien que la ejerce sobre sí mismo y sobre
los demás, es el primer paso para empezar a cambiar y querer aprender a
responder de un modo no violento. Es un cambio de enfoque radical, que
va a la raíz del asunto, ya que hay que tener una mirada interna, no
solo externa, sobre este fenómeno en el que soy agente y paciente.
Luego, las consecuencias de todo esto habrían de aplicarse a todos
los niveles: personal, interpersonal y social, de manera local y global,
en relación al ser humano y también al medio ambiente, que es nuestro
hogar, nuestra habitación para desarrollarnos individualmente y como
especie.
Pressenza.- Por último, ¿Puedes hacer
balance sobre los objetivos buscados y los resultados cosechados con esa
medida en la competición universitaria?.
RERH.- Si tenemos en cuenta lo que comentamos al
principio respecto del contexto en el que había surgido este
planteamiento, podemos decir sin ningún género de dudas que el balance
es positivo.
Hemos rebajado aproximadamente el 58% de las tarjetas y técnicas
señaladas en la competición y se ha mejorado el clima de juego,
consiguiendo además que sean los propios compañeros de equipo quienes
intervengan cada vez que uno de los suyos tiene una mala actitud o
conducta, facilitando la labor de los árbitros. Esto desde el punto de
vista del juego limpio.
Respecto de la mejora de la integración y participación de la mujer
en condiciones de igualdad en la competición universitaria, los datos
hablan por sí solos:
Mientras que en el curso 2005/06 la participación femenina era del
35,8% con 2.323 participantes , en el curso 2014/15 ha pasado a ser del
42,1% del total 3.437 mujeres. Ha subido el número y el porcentaje
respecto al total de universitarios que hacen deporte.
Teniendo en cuenta que la puesta en marcha de ambos programas datan de:
– Acciones por la igualdad: en el curso 2010/11
– Acciones por la no violencia y juego limpio: en el curso 2012/13
1 En este enlace se pueden consultar los informes sobre el
principio de igualdad y de promoción de la no-violencia en el ámbito
deportivo universitario que fundamentan esta experiencia:
http://dhumanistanv.blogspot.com.es/
2 Puede consultarse la normativa aplicada en el curso 2014/15 en
este enlace:
https://drive.google.com/file/d/0BxbkerGdrgnHa3BPRVNRNXdhMGllSkpGT1ZaODVDUUtocVJZ/view?pli=1
3 Información completa del Curso “Por un deporte sin violencia”: https://tcourse.osl.ull.es/gestion/cursos/2394/
sábado, 1 de agosto de 2015
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