Después de una semana de tensión y escalada militar que hizo temer un
nuevo conflicto armado, los ejércitos de las dos Coreas se replegaron y
la frontera recuperó la tranquilidad de los últimos años, revelaron hoy
fuentes militares de Seúl.
"El máximo nivel de alerta puesto en marcha para las unidades de la
primera línea del frente ante las amenazas del enemigo fue desactivado.
Ahora volvimos a niveles de tiempos de paz", explicó una fuente del
Ejército surcoreano a la agencia de noticias pública Yonhap.
Otras fuentes militares del mismo país también señalaron que Corea del
Norte hizo lo propio, desactivando el estado de "casi guerra" declarado
por su líder máximo Kim Jong-un y la movilización masiva de tropas a la
frontera ordenada antes del acuerdo firmado por los dos países vecinos
el martes pasado.
Según pudieron detectar las autoridades militares surcoreanas, los cerca
de 50 submarinos que Corea del Norte desplegó durante la escalada
militar ya empezaron a volver a sus bases, informó Yonhap, citada por la
agencia de noticias EFE.
Altos representantes de las dos Coreas lograron el martes pasado llegar a
un acuerdo para poner fin a la grave crisis militar en la que se vieron
envueltos ambos países, y que hizo temer la explosión de un nuevo
conflicto armado en esa península.
Esta última escalada militar comenzó cuando el 4 de agosto pasado dos
soldados surcoreanos resultaron heridos al pisar una mina antipersonal
en la zona desmilitarizada que se estableció en la frontera de los dos
países en 1953 como parte del armisticio que puso fin a la guerra pero
no selló una paz definitiva.
Después de varios días, Seúl anunció que, según su investigación, las
minas habían sido colocadas en los días previos por soldados
norcoreanos, algo que el régimen comunista de Kim negó rotundamente.
Como represalia, las Fuerzas Armadas de Corea del Sur reactivaron por
primera vez en once años los altavoces en la frontera para enviar
mensajes contra el régimen de los Kim, además de emitir una orden de
máxima alerta y preparar su artillería ante la posibilidad de nuevas
agresiones, lo que finalmente sucedió hace dos semanas.
Después de varios días de mucha tensión, las dos Coreas firmaron un
nuevo acuerdo en el que Pyongyang lamentó el ataque con minas -si bien
no reconoció explícitamente su autoría- y Seúl volvió a apagar los
altavoces que emitían propaganda en la frontera compartida.
Fuente: Télam
domingo, 30 de agosto de 2015
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