martes, 25 de agosto de 2015

Reeditan "las doce moradas del viento" de Ursula Le Guin

Relatos de Ursula K. Le Guin, de su etapa inicial como escritora, y reunidos en el libro "Las doce moradas del viento" -que vuelve a ser reeditado en la Argentina con un prólogo de la escritora española Rosa Montero, nos introduce en la matriz de una obra cuya vastedad todavía entonces -al momento de esbozarse- no era difícil de intuir.

Publicado por RBA, el volumen agrega a los 17 relatos incluidos, la voz de la autora que sitúa al lector en los intersticios de su escritura, en sus preocupaciones primigenias y en la búsqueda de un estilo, que luego la hizo incomparable en el género fantástico y de ciencia ficción.
Escritos entre 1963 y 1974, cuando comenzaba su itinerario profesional, cada cuento va acompañado de un comentario de la autora, además de un prólogo en los que explica estos primeros escarceos con la escritura a lo largo de una década.
Así es como la propia Le Guin nos revela la poca distancia que puede existir entre un cuento y una novela, cuando un personaje secundario "no se hundió obedientemente en la oscuridad cuando el relato hubo terminado, continuó existiendo: 'Escribe mi historia'. decía, 'soy Rocannon. Quiero explorar mi mundo...'. Así que le obedecí. Es realmente imposible discutir con esta gente".
Para Montero, el rasgo más distintivo de la obra de Le Guin es su grandeza: "le cabe el Universo en la cabeza. Posee una visión panorámica, una mirada totalizadora, serena y compasiva, y al mismo tiempo tiene un don para penetrar en los entresijos de lo pequeño, del oscuro corazón de las personas, de las pasiones fragorosas y efímeras".
El germen del universo Le Guin se deja adivinar en algunos de estos relatos como "El collar de Semley", un preludio de su novela "El mundo de Rocannon"; "El rey del Invierno", que transcurre en el planeta Ghethen, luego escenario de "La mano izquierda de la oscuridad", donde emerge el tema de género e identidad sexual; "La palabra que desliga" y "El poder de los nombres" que anteceden la trilogía de Terramar y "El día anterior a la Revolución", que preanuncia la revolución que ocurrirá en el planeta Urras en "Los desposeídos".
Ursula Kroeber Le Guin nació en California en 1929. Con un padre antropólogo y una madre escritora de literatura infantil, desde niña hizo suyo un mundo poblado de mitos y leyendas. Después de pasar por la Universidad de Columbia la autora se fue a estudiar a Francia con una beca Fulbright, donde conoció a su marido.
Entre la ciencia ficción (ciclo del Ekumen) y la literatura fantástica (ciclo de Terramar), Le Guin se convirtió en una figura de gran popularidad a través de sus novelas, cuentos, poesía y crítica.
Entre los galardones recibidos, destacan el National Book Award, el American Book Award, numerosos premios Hugo, Nebula, Jupiter y Locus.
En 1991, recibió el Harold D. Bursell Memorial Award, otorgado por la American Academy and Institute of Arts and Letters, y en 2001, el SF Hall of Fame por el conjunto de su carrera.
De lo mejor de la selección figura "Los que se marchan de Omelas", una utopía cruel -ganadora del premio Hugo- donde en el comentario que precede al cuento la autora cita a William James en su ensayo "El filósofo moral y la vida moral".
"Consideremos la hipótesis de que se nos ofreciera un mundo en el que fueran posibles las utopías de Fourier, Bellamy y Morris, y en el que, por tanto, millones de personas fueran siempre felices, pero con la única condición de que un alma perdida más allá de las cosas, tuviera que llevar una vida de solitario tormento..." y alude a que esta idea estaba ya en Dostoievski.
En "Los Maestros" y también en "Las estrellas en la roca", Le Guin narra "sobre la ciencia misma, sobre la idea de la ciencia, y sobre lo que le ocurre a esa idea cuando se encuentra con otras totalmente opuestas y muy poderosas, representadas por el gobierno, como en el siglo diecisiete, cuando la astronomía chocó con las ideas de Stalin".
"Pero a todo esto -añade la escritora- le había dado yo la forma de psicomito, un relato fuera del tiempo real, pasado o futuro, en parte para generalizarla y en parte porque yo usaba también la ciencia como un sinónimo de arte".
En "El Campo de Visión", la historia se centra en un astronauta que vuelve de una misión espacial en Marte, algo misterioso ha alterado los sentidos de la tripulación y en su caso particular se inicia un proceso -imcomprensible para los que lo rodean- para asumirse como un vehículo de la gran verdad, cuando su único deseo es convertirse de nuevo en un ser normal.
Tanto en "Nueve vidas" como en "Más vasto que los imperios y más lento", la autora norteamericana pone en perspectiva las respectivas tramas de la ciencia ficción desde la psicología: "Evidentemente, lo que me interesa es lo que ocurre en el interior. El espacio interior y todo eso. Todos tenemos bosques en nuestras mentes. Bosques no explorados, inacabables, Cada uno de nosotros se pierde en ese bosque, cada noche, solo", apunta.
La Antología, galardonada con el Premio Gigamesh en 1986, se completa con "Abril en París", "La caja de la oscuridad", "El viaje", "Cosas", "Un viaje a la cabeza" y "Dirección de la carretera".
Fuente: Télam

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