La Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC)
inicia mañana en su sede de Bonn la primera de dos rondas
extraordinarias de negociaciones para acordar un gran pacto de lucha
contra el cambio climático a rubricarse en la cumbre que se celebra a
finales de año en París.
En años normales, la última reunión de los negociadores de los 195
países parte de este Convenio, más la Unión Europea, se celebra en junio
para dejar el borrador listo seis meses antes de la cumbre de Cambio
Climático, como marcan los procedimientos de Naciones Unidas.
Pero la presión por alcanzar al fin un acuerdo mundial para
"descarbonizar" las economías mundiales y evitar que la temperatura del
planeta aumente más de dos grados a finales de siglo, hizo que esta vez
se rompa la tradición y sean dos las reuniones extraordinarias de
negociación entre junio y diciembre, según la agencia EFE.
La primera tiene lugar entre mañana y el 4 de septiembre, y la segunda se celebra entre el 19 y el 23 de octubre.
La directora de la Oficina española de Cambio Climático, Susana Magro,
explicó a EFE que los negociadores tienen la misión de simplificar el
último borrador del acuerdo que les fue presentado el pasado 24 de
julio, de manera que a París sólo lleguen sin resolver los puntos que
requieren una mayor diplomacia política.
El texto, que aún tiene 83 páginas y cientos de paréntesis con numerosas
opciones entre las que hay que escoger una sola, propone que exista un
documento oficial llamado "El acuerdo de París" en el que se detallen
las ambiciones y metas comunes que persigue ese pacto, así como que se
indique los períodos de revisión de su cumplimiento, que previsiblemente
será de cinco años.
La Unión Europea quiere que ese acuerdo adopte la forma legal de
"tratado" jurídicamente vinculante y tenga como objetivo final lograr un
planeta neutro en emisiones a finales de siglo.
El texto también propone que la Cumbre de París adopte un documento
paralelo, mucho más técnico y con la forma jurídica de "decisión", en el
que se desarrolle la "arquitectura" del acuerdo, que entraría en vigor a
partir de 2020, con detalles como "qué van a hacer los países para
cumplir sus compromisos", o "como se va canalizar la financiación para
adaptación en los países en desarrollo".
Hasta el momento, alrededor de 60 países que suman el 70 por ciento de
las emisiones globales, han presentado ya a Naciones Unidas sus
compromisos de reducción de emisiones para la Cumbre de París; los que
no lo han hecho, entre ellos grandes emisores como India o Brasil,
cuentan con plazo para presentarlo hasta el 1 de octubre.
Ahora los puntos más arduos de la negociación pasan por la forma
jurídica que adoptará el acuerdo alcanzando, la llamada "diferenciación"
entre países ricos y pobres y la articulación de mecanismos de
financiación para la adaptación de los países en desarrollo.
Fuente: Télam
domingo, 30 de agosto de 2015
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