El secretario de Derechos Humanos de la Nación consideró que las demoras
que se verifican en la causa obedecen a "especulaciones electorales de
algunos sectores" del Poder Judicial, y reclamó que los imputados sean
citados a prestar declaración indagatoria.
"Las demoras que se verifican en la causa, que ya lleva más de cinco
años en los Tribunales, deben obedecer a especulaciones electorales que
tienen algunos sectores del Poder judicial. Es la única forma de
explicar las dilaciones que existen en el expediente", apuntó Fresneda
en diálogo con Télam.
Asimismo, el funcionario aseguró que desde su condición de querellante,
la Secretaría hizo "todo lo que está a su alcance para que la causa
avance", y lamentó que "esos esfuerzos hayan resultado infructuosos".
"Desde nuestra condición de querellantes hicimos todo lo que está a
nuestro alcance. Nos presentamos en todas las instancias y aportamos
todos los elementos de prueba necesarios, pero no obtuvimos resultados.
Seguiremos insistiendo hasta lograr que a los imputados se los cite a
prestar declaración indagatoria", remarcó.
En la causa de lesa humanidad Papel Prensa, en manos del juez Julián
Ercolini, se investiga la apropiación de esa empresa, propiedad de la
familia Graiver, por parte de directivos de los diarios Clarín, La
Nación y La Razón, en complicidad con funcionarios de la última
dictadura cívico militar.
Actualmente, están imputados Héctor Magnetto y Ernestina Herrera de
Noble, integrantes del directorio del grupo Clarín; Bartolomé Mitre,
principal autoridad del diario La Nación; Marcos Peralta Ramos, del
diario La Razón; Raymundo Juan Pío Podestá, ex secretario de Industria
de la última dictadura, y el empresario Guillermo Juan Gainza Paz.
En tanto que cinco de los imputados (el dictador Jorge Rafael Videla, el
ex ministro de Economía José Alfredo Martínez, el genocida Eduardo
Emilio Massera y los hermanos Patricio y Hugo Peralta Ramos) fallecieron
sin haber prestado declaración.
Tras la presentación, el 24 de agosto de 2010, del informe "Papel
Prensa, la Verdad", elaborado por la Secretaría de Comercio que
encabezaba Guillermo Moreno, la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner dio instrucciones a la Secretaría de Derechos Humanos para que
se presente como querellante.
El organismo que entonces conducía el hoy fallecido Eduardo Luis Duhalde
aportó la información sobre el caso que tenía en su poder ante el
juzgado de Daniel Rafecas, que se declaró incompetente y giró las
actuaciones a los Tribunales de La Plata.
El magistrado entendió que esa era la jurisdicción en la que debía
tratarse esta causa, ya que los integrantes del grupo Graiver fueron
secuestrados por orden de Ramón Camps, quien era jefe de la Policía
bonaerense durante la última dictadura.
A mediados de 2011, el juez federal de La Plata Arnaldo Corazza rechazó
la causa en base a un pedido formulado por los fiscales Rodolfo Molinas y
Hernán Schapiro, quienes dictaminaron que la causa podría ser
considerada como un delito de lesa humanidad, pero cometido en Capital
Federal.
Rafecas recibió otra vez la causa y ratificó su postura, pero calificó
como "verosímil" la prueba reunida contra los imputados en el marco de
este proceso.
En diciembre de 2011, y luego de un fallo de la Sala I de la Cámara
Federal, el juez Julián Ercolini recibió por sorteo el expediente.
Un año y medio después, Ercolini aceptó a Lidia Papaleo, viuda de David
Graiver --principal accionista de Papel Prensa--, como querellante en la
causa.
Por esos días, el fiscal Carlos Stornelli pidió apartarse de la causa
por tener "una relación de más de 30 años" con Llamil Reston, ex
ministro de Interior de la dictadura, quien es familiar de la mujer del
funcionario judicial, pero no se encuentra imputado en la causa.
Tras meses sin que se produzcan medidas significativas en el proceso, en
marzo de este año, el fiscal subrogante Leonel Gómez Barbella consideró
que había elementos para llamar a indagatoria a Magnetto, Herrera de
Noble y Mitre, entre otros.
Sin embargo, Ercolini, en menos de 24 horas, rechazó el pedido y alegó
que antes de citar a indagatorias de los imputados alegó que faltaba
"una pericia contable" sobre el valor que en 1977 tenías las acciones de
Papel Prensa.
El fiscal apeló y la Sala I, en un fallo divido, convalidó el criterio
del juez, y la secretaría de Derechos Humanos apeló esta decisión ante
la Cámara de Casación.
"En esta causa se analizan delitos de lesa humanidad. Hubo secuestros,
asesinatos y torturas y todo está parado por una pericia contable.
Creemos que las indagatorias no se pueden demorar más", subrayó a Télam
el subsecretario de Protección de Derechos Humanos, Luis Alén.
Fuente: Télam
sábado, 22 de agosto de 2015
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