Los manifestantes corearon consignas contra la presencia de fuerzas
extranjeras en la ciudad de Gaziantep (sureste) y expresaron su fuerte
desaprobación al papel que quieren jugar Estados Unidos, Alemania y los
Países Bajos en el conflicto turco-sirio.
Miles de personas salieron a las calles de la ciudad de Gaziantep,
situada en el sureste de Turquía, para protestar contra el plan que
tiene la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para
desplegar un escudo de misiles avanzados “Patriot” en los alrededores de
la frontera con Siria.
La manifestación se llevó a cabo el día domingo en una de las tres
ciudades en las que se espera el despliegue y ubicación de las baterías
de misiles. Las otras dos localidades son Kahramanmaras y Adana.
Durante la protesta, los manifestantes corearon consignas contra la
presencia de fuerzas extranjeras en su ciudad, y expresaron su fuerte
desaprobación al papel que quieren jugar los Estados Unidos (EE.UU.),
Alemania y los Países Bajos (Holanda) en el conflicto turco-sirio.
En el caso de EE.UU. y Alemania, cada nación aportará dos baterías
Patriot y 400 soldados para tripular los misiles. En tanto, los Países
Bajos también enviará otras dos batería y 360 militares.
La cadena iraní Press TV citó a un funcionario de la OTAN, quien
habló desde el anonimato porque las regulaciones de la alianza no le
permiten ofrecer detalles, y reveló que cada batería Patriot tiene un
promedio de 12 lanzadores de misiles.
Medios árabes reseñan que algunas tropas ya arribaron a Turquía, pero
los misiles serán desplegados en enero, cuando también se espera que
estén en pleno funcionamiento.
El Gobierno de Ankara solicitó a la OTAN, el pasado 21 de noviembre,
el despliegue de misiles “Patriot” en su frontera con Siria. Días
después. el cuatro de diciembre, el organismo acordó instalar el sistema
antiaéreo de misiles, so pretexto de defender el país de supuestos
ataques desde territorio sirio.
Dicha acción tuvo el rechazo inmediato de Irán, Rusia, China y la
propia Siria, países que han censurado plan de Ankara y lo consideran un
nuevo acto de provocación del Gobierno del primer ministro turco, Recep
Tayyip Erdogan, contra Siria.
En el caso de Rusia, el presidente Vladimir Putin ha exigido a
Washington “garantías jurídicas” de que dicho sistema no será desviado
para atentar contra Moscú, pero esta solicitud ha sido rechazada, una y
otra vez, por la administración de Barack Obama.
Damasco ha denunciado en reiteradas ocasiones que el conflicto armado
está siendo orquestado desde el exterior, por aquellos países que
brindan apoyo a los grupos terroristas que atacan a la población civil y
procuran el derrocamiento del presidente Bashar al-Assad.
Fuente: teleSUR
lunes, 7 de enero de 2013
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