domingo, 11 de diciembre de 2011

LOS CIUDADANOS Y SU APORTE A LA JUSTICIA UNIVERSAL.


Todos tenemos un papel que cumplir dentro de eso que se ha dado en llamar la justicia universal. Sin el aporte y el apoyo de los ciudadanos el trabajo de los tribunales internacionales sería inviable.

Por Luisa Fernanda López y Anna Karina Rosales

El soporte de la sociedad civil a ese sistema mundial de valores que establece una serie de mínimos que no se pueden traspasar en nombre de ningún sistema político, religión o credo, es fundamental para avanzar en el desarrollo del derecho internacional humanitario.
Una de las experiencias más exitosas de participación de los ciudadanos en el sistema internacional de justicia, ha sido la creación en 1995 de la Coalición por la Corte Penal Internacional. Se trata de una red que busca fortalecer la cooperación internacional con la CPI, aboga por una Corte justa, efectiva e independiente y fomenta leyes nacionales que brinden justicia a las víctimas de los crímenes de guerra y de lesa humanidad y genocidio.
La Coalición jugó un importante papel en toda la negociación previa a la firma del Tratado de Roma. “La Coalición fungió como una facilitador del dialogo entre la sociedad civil y los gobiernos y realmente generó un espacio único en donde la colaboración estrecha entre las organizaciones independientes y las autoridades permitió avanzar e incorporar en el texto del tratado, elementos y disposiciones muy avanzados como fue todo lo relacionado con la justicia de género”, cuenta Francesca Varda, Coordinadora para las Américas de la organización. Así como ocurrió en el pasado, actualmente la Coalición continúa jugando un papel crucial en el desempeño de la CPI. Es el caso, por ejemplo, de su participación en todo el proceso de la elección del nuevo Fiscal General de la Corte Penal Internacional.

De lo universal a lo local
Otros actores con un importante papel en la difusión y fortalecimiento del sistema de Justicia universal son las instituciones académicas y la cooperación internacional. Un ejemplo de ello es el acompañamiento realizado por el profesor de la Universidad de Utrecht, Héctor Olásolo junto con el magistrado de la audiencia española, José Ricardo de Prada a los letrados colombianos encargados de juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos en Colombia. Gracias a ese acompañamiento, explica el magistrado de la Sala de Justicia y paz, Eduardo Castellanos Rozo
“Pudimos crear un protocolo para lograr que todas las partes intervinientes en los procesos de Justicia y Paz tuvieran reglas claras en la audiencia del control de legalidad”.
Para sostener y hacer que se extienda el conocimiento y la aplicación del derecho internacional humanitario son indispensables los jóvenes abogados. Hacia ellos va dirigido el programa de Clínica Jurídica organizado por la Universidad de Utrecht, y Coladic en México con el apoyo Institucional de la Corte Penal Internacional y la Corte Interamericana. A través de este programa los jóvenes realizan sus prácticas profesionales en temas del Derecho Internacional Humanitario y como es el caso de Colombia, ayudan a investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos en ese país.

Empoderar a las victimas
En el otro extremo del sistema de la justicia universal están las víctimas. Sin su capacidad de sobreponerse al dolor, su necesidad de buscar justicia y su tenacidad de conseguirla, los tribunales internacionales no podrían hacer su trabajo. Por eso es muy importante empoderarlas y apoyar la labor que por ejemplo, los defensores de derechos humanos realizan en ese sentido.
Para los activistas es crucial contar con el apoyo que llega de otras instancias, tanto nacionales como internacionales. Eso se hace especialmente evidente en estos momentos en un país como México donde los defensores de los derechos humanos y representantes de victimas se han convertido también en objetivo de los violadores de los derechos humanos. El amparo internacional es necesario para combatir la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran, para proteger su vida y para que puedan continuar su trabajo con quienes constituyen la razón de ser de la justicia universal.
Fuente: Radio Nederland.

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