martes, 13 de diciembre de 2011
LA PROVOCACIÓN.
por Pía Figueroa
En el contexto del Congreso del Futuro desarrollado en Santiago de Chile y que convocara a muchos paladines de las ciencias y la tecnología, a Premios Nobel, investigadores y expertos en diversas áreas, entrevistamos a una de las figuras que dividió aguas entre la audiencia conquistando muy entusiastas aplausos o lapidarias críticas. Tal es el caso del venezolano José Cordeiro.
Pressenza, Santiago de Chile. Es uno de los científicos aplicados al proyecto de energía en Singularity University, en los Estados Unidos, que tomó la palabra al final del primer día del Congreso del Futuro desarrollado recientemente con motivo del Bicentenario de Congreso Nacional Chileno. La audiencia, a esas alturas de la tarde, estaba ya cansada y tal vez sobrepasada con tanta información novedosa, no por cierto fácil de comprender.
Pero de pronto se animó todo el mundo por la pasión que Cordeiro prodigaba con sus palabras. No sólo hizo reír, generó curiosidad, motivó a muchos, sino que también produjo un rechazo categórico en algunos que - incómodos - no quisieron seguirlo escuchando.
¿Por qué usaste la provocación?
Es justamente la idea: provocar a las audiencias! Estos temas son demasiado fascinantes como para escucharlos en frío. Si no hay emoción, no hay avances. En las ciencias necesitamos pasión y avances. Estos avances que están siendo presentados acá, en este Congreso, son radicales. Se trata de descubrimientos o de aplicaciones tecnológicas capaces de modificar lo que hasta ahora consideramos muy normal y que constituyen los condicionamientos de lo humano: el envejecimiento, la enfermedad, la muerte.
Ya se está trabajando en el tema del envejecimiento, desde el manejo del genoma, y en un máximo de 30 años estaremos en condiciones de intervenirlo, retardándolo como si se tratara de una enfermedad más que curar.
¿Y sobre la muerte?
Personalmente no creo en la existencia de un alma, ni de un espíritu, ni tampoco creo en ninguna forma de trascendencia. Soy un materialista. Cuando la ciencia esté - como ocurrirá dentro de muy poco - en condiciones de manipular el envejecimiento y asegure una longevidad pariente de la inmortalidad, el gran problema que tendremos será entre Ciencia y Religión. Tal como sucedió en su momento con Darwin y con otros científicos que han puesto en jaque las creencias religiosas.
En el mundo actual hay dos religiones que se oponen al avance de la ciencia: el Islam y el Cristianismo. Estas posturas fundamentalistas siguen siendo el principal freno de las ciencias.
El conflicto entre ciencia y Judaísmo no es tan fuerte, el Judaísmo es mucho más progresista que las otras dos religiones monoteístas y actualmente hay diversos desarrollos científicos en curso en Israel.
La enfermedad de Parkinson hoy es controlable y dentro de muy poco se podrá masificar el chip secuenciador de genes. Lo mismo ocurrirá con la energía solar, la energía geotérmica y la energía espacial.
¿Qué otras aplicaciones le parecen notables?
El desarrollo que tomó a IBM cuatro años de trabajo, el robot que recibió el nombre de Watson y que ha sido capaz de vencer en todos los concursos sobre conocimientos a los seres humanos. Watson sabe más que cualquier humano. ¿Y si Watson fuera un médico? Dentro de muy poco estos robots se masificarán y ellos tendrán mejores desempeños que cualquier ser humano.
Al masificarse, la teconología se está abaratando, los mercados se van ajustando y parte de la humanidad en pocas décadas va a evolucionar mucho. Japón y Corea van al futuro con sus robots, con una inteligencia artificial y una capacidad tecnológica que supera a la biológica.
No hay razón para que existan pobres en este mundo, lo que necesitamos es mayor inteligencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario