por Pía Figueroa
En Stuttgart se han tomado las manos formando una cadena humana de 45 kilómetros de largo los activistas que protestan contra los planes del gobierno alemán de prolongar el ciclo de vida de los reactores nucleares. El acto estaba planificado antes de que ocurriera el terremoto en Japón. Como en la década de los ochenta, vuelven a decir "Nuclear? No, gracias!"
Pressenza, Stuttgart. Lo ocurrido en Japón les da razón para sostener que la tecnología de la energía nuclear presenta riesgos incontrolables.
Se calcula que unas sesenta mil personas han participado en cadena humana que rechaza la propuesta gubernamental respecto de la energía nuclear, la que se ha convertido en uno de los principales temas de debate de cara a las próximas elecciones regionales.
La protesta tuvo lugar en el estado de Baden-Wuerttemberg, desde Stuttgart hasta la planta nucelar de Neckarwestheim.
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