por José L. Lobo para Attac Madrid
Salarios miserables, jornadas sin fin, niñas explotadas, sindicatos proscritos, ambiente insalubre…
El sombrío escenario laboral que engulle cotidianamente a miles de
mujeres jóvenes del empobrecido estado indio de Tamil Nadu, empleadas en condiciones que rozan la esclavitud en
los talleres que suministran productos textiles a las primeras marcas
mundiales, parece condenado a perpetuarse en el tiempo. Y mientras las
autoridades del gigante asiático toleran los abusos, 77 grandes empresas occidentales, entre ellas El Corte Inglés, Inditex -propietaria de firmas como Zara y Pull&Bear- y Cortefielsiguen obteniendo jugosos beneficios.
Así lo han vuelto a denunciar el prestigioso Centre for Research on
Multinational Corporations, una organización independiente holandesa sin
ánimo de lucro que escruta las prácticas de las grandes
multinacionales, y el India Committee of the Netherlands, una ONG del
mismo país impulsora de la campaña Clean Clothes (Ropas
Limpias) contra la explotación laboral vinculada al comercio textil. En
un exhaustivo informe hecho público ayer, ambas organizaciones sacan de nuevo los colores a los principales emporios mundiales de la confección por comerciar con esa tupida trama de trabajo esclavo.
El Corte Inglés, Inditex, Cortefiel y la inmensa mayoría de las otras 74 firmas que integran esa lista negra son reincidentes. Su nombre ya apareció en un primer informe que, bajo el título Captured by cotton (Atrapadas en el algodón),
se hizo público en mayo de 2011. En él se denunciaba el proceso de
reclutamiento de miles de niñas y jóvenes de entre 14 y 20 años por los
cuatro grandes fabricantes textiles de Tamil Nadu, uno de los estados
más pobres de la India: Bannari Amman Group, KPR Mill, SSM India y
Eastman Exports. Esta última, que cuenta con una red de 33 talleres,
tiene entre sus principales clientes a las tres empresas españolas.
Aquel primer informe revelaba que las adolescentes contratadas en condiciones de semiesclavitud pertenecen a los Dalit, la casta más baja de la India,
considerada impura y empleada en trabajos marginales. Niñas y jóvenes
son atraídas por sus empleadores con promesas de una vida mejor
-incluidas tres comidas diarias y alojamiento en los mismos talleres- y
empujadas por sus paupérrimos padres ante el reclamo de un salario
diferido que cobrarán al finalizar sus contratos, y que servirá para costear su dote -lejos del alcance de su familia- y contraer matrimonio. Es lo que se conoce comoPlan Sumangali, una palabra tamil que define a las mujeres solteras cuya máxima aspiración es casarse y verse colmadas de bienes materiales.
Prácticas perversas
El segundo informe, difundido ayer con el título Maid in India (literalmenteCriada en la India) y
elaborado a partir de un concienzudo trabajo de campo basado en el
testimonio de 180 trabajadoras, admite que los talleres de trabajo
esclavo han hecho algunos progresos en los casi 12 meses transcurridos.
El Plan Sumangali, por ejemplo, ha sido prácticamente
erradicado en Eastman Exports, proveedor de El Corte Inglés, Inditex y
Cortefiel, aunque subsiste en los demás. Pero otras muchas prácticas perversas aún se mantienen en ese gigantesco conglomerado textil.
El documento de las dos organizaciones holandesas sin ánimo de lucro
cita, entre las más graves, la contratación de niñas de 14 y 15 años;
jornadas laborales de 24 horas -con solo dos de descanso- durante los
picos de producción; salarios de 1,61 euros diarios;
horas extras sistemáticamente pagadas como si fueran ordinarias; falta
absoluta de medidas de seguridad; abusos verbales y, en ocasiones, acoso
sexual; confinamiento en los centros de trabajo o prohibición de la
actividad sindical.
Los autores del informe sostienen, en el capítulo de conclusiones,
que, pese a que las grandes multinacionales “tienen la responsabilidad
de garantizar que los derechos de los trabajadores son respetados en toda la cadena de suministro,
solo un número relativamente pequeño de compañías están verdaderamente
comprometidas en la protección de los derechos humanos” en los talleres
textiles indios que las proveen de género. El Confidencial trató ayer, sin éxito, de recabar la versión de El Corte Inglés, Inditex y Cortefiel sobre el informe Maid in India.
Fuente: Pressenza
martes, 8 de enero de 2013
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