Lisboa, 9 ene (PL) Las nuevas recomendaciones del Fondo Monetario
Internacional (FMI) a Portugal despiertan hoy fuertes críticas de la
oposición y los sindicatos del país, en el que ya se aplican rigurosas
políticas de austeridad.
En un informe divulgado por el Gobierno conservador, el organismo
propone medidas encaminadas a reformar el Estado luso y conseguir el
ahorro de cuatro mil millones de euros.
El informe del FMI,
elaborado a petición del Ejecutivo portugués, aconseja reducir el número
de trabajadores públicos y sus salarios en la educación, sanidad y
fuerzas de seguridad, así como bajar las pensiones y los subsidios por
desempleo, que ya han sufrido grandes recortes en los dos últimos años.
Recomienda una reducción salarial permanente a los funcionarios de
entre tres y siete por ciento a partir de 2014, además de limitar el
cobro de pagos extra y aumentar la jornada laboral en el sector público
de 35 a 40 horas.
Entre otros ajustes, el FMI llama además a
recortar en 20 por ciento las jubilaciones de empleados estatales, al
tiempo que plantea la posibilidad de elevar la edad de jubilación 12
meses, hasta los 66 años.
Tanto la oposición como los
principales sindicatos portugueses, y asociaciones de militares,
profesionales de la salud, docentes y pensionistas criticaron con dureza
las sugerencias del FMI y emplazaron al Ejecutivo a ignorarlas.
Antonio José Seguro, secretario general de la principal formación
opositora, el Partido Socialista, subrayó que no están dispuestos a
negociar un recorte de ese tipo y atribuyó el documento a los intentos
del Ejecutivo por tapar sus errores.
El secretario general de la
Confederación General de de Trabajadores de Portugal, Armenio Carlos,
dijo que las medidas sugeridas van contra la Constitución y condicionan
brutalmente el acceso a los servicios fundamentales del Estado, como la
salud, la educación y la seguridad social.
Los resultados del
informe son absolutamente inaceptables, socavan la Constitución,
destruyen la vida de las personas y no hay un nivel de preocupación por
la mejora del funcionamiento de la administración pública, señaló por su
parte el secretario general de la Unión General del Trabajo, Joao
Proenca.
Es bueno recordar que estas medidas vienen a petición
del Gobierno, ni siquiera son un requisito de la troika, esperamos el
informe global para determinar su alcance, pero, en principio, las
medidas son claramente inaceptables, dijo Proenca cuando aún el
Ejecutivo no había difundido oficialmente el texto.
Asimismo, el Bloque de Izquierdas llamó a los portugueses a levantarse contra el ataque al Estado de Bienestar y pidió al Gobierno asumir sus responsabilidades y evitar esconderse detrás de la relatoría del FMI.
Fuente: Prensa Latina
miércoles, 9 de enero de 2013
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