En la cita se analiza la ampliación de la labor de dicho comité y su rol en el lanzamiento del diálogo nacional global, a fin de encontrar una solución pacífica a la crisis que sacude al país desde hace 20 meses y que ha costado la vida a más de 40 mil personas, según estimados.
La reunión responde a un acuerdo de la Conferencia de Teherán, efectuada durante el 18 y 19 de noviembre.
Bajo el título No a la violencia, sí a la democracia, el evento en la capital iraní aglutinó a cerca de 200 representantes del gobierno y de grupos opositores sirios, así como a actores políticos regionales enfocados en trazar una posible hoja de ruta con vistas a solucionar el diferendo entre el gobierno del presidente Bashar Al Assad y sectores de la oposición.
Los presentes en la capital iraní rechazaron cualquier forma de injerencia externa en los asuntos internos de Siria, así como al contrabando de armas y entrada de mercenarios que, apoyados y financiados por potencias occidentales, buscan atizar el candelero de los enfrentamientos.
La declaración final de la conferencia apuntó que la situación ha llegado a un estado de severa crisis, abierta a las posibilidades más peligrosas y catastróficas, ante lo cual se requiere asumir soluciones especiales, sobre todo la urgencia de un diálogo nacional incluyente.
Analistas políticos observaron la reunión como contraparte de la efectuada el 11 de noviembre en Doha, Catar, donde se creó la llamada Coalición Nacional de las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria.
Si bien la Coalición se autodenominó "única representante legítima del pueblo sirio", rechazó de plano "negociar o conversar" con Damasco, mientras reclamó que el presidente sirio Bashar Al Asad dimita o sea depuesto por medio de la lucha armada.
Fuente: Prensa Latina
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